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CRISTIANISMO SIN PECADO ORIGINAL 75 pecado puede tener un recién concebido si no es el pecado origi­ nal? Luego todo hombre entra en la existencia con PO. — Motivo eclesiológico: fuera de la Iglesia no hay salvación; en la Iglesia se entra por el bautismo; el bautismo a los niños se les administra para remisión de los pecados; luego los recién nacidos tienen pecado. Y ¿qué otro pecado sino el PO? No es difícil ver, en la actualidad, la fragilidad extrema de toda esta argumentación teo­ lógica del doctor del PO, a favor de su tan querida doctrina. Tuvo su aceptación durante siglos; hoy mismo la proponen, en gran parte, los cultivadores de la teoría del PO. Más adelante señalaremos los pre-supuestos, y apriorismos de que está tupida semejante argumen­ tación p r o PO. San Agustín acude con mucha seguridad a la autoridad de la Escritura para mantener la tesis del PO. Ya hemos visto que la ense­ ñanza sobre el PO, vigente durante siglos en Occidente, no es d o c­ trina bíblica, en el sentido propio y técnico de la palabra. Respecto a la autoridad de los Padres, de la tradición, el doctor de Hipona realizó una lectura realmente innovadora/creadora, aunque la crítica puede dudar de que haya sido acertada. Me parece que la innegable n ov ed ad de Agustín en esta cuestión consistió en lo que hemos indicado: estaba claro para todos los predecesores que ‘gran miseria’ que aqueja a la humanidad es secuela del pecado de Adán. Los padres griegos cifraban esta miseria en la pérdida del don de la inmortalidad (A tban asia ) . Más que un castigo la veían como una consecuencia inmanente de la pérdida de dicho don. Puede incluso que hablen de ‘castigo’; pero no hablan de que los hombres sean pecadores por el pecado de Adán. Según terminología que se hizo común en la Edad Media, las miserias de la vida eran penales/casti­ go del pecado; pero no serían culpables/no eran pecado (no impli­ caban pecado en los que las sufren). Existe suficiente garantía histó­ rica para afirmar que los mayores teólogos orientales desconocen la doctrina agustiniana/occidental sobre el PO. El hecho parece más claro en Teodoro de Mopsuestia, en Teodoreto de Ciro, en Juan Cri­ sostomo. El Niseno habla de la caída de Adán, pero en un sentido distinto y distante de la teoría agustiniana sobre el pecado «originan­ te/originado», según veremos más adelante. Máximo el Confesor habla de la herencia de Adán: pérdida de la inmortalidad, pero no de un pecado original originado

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