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CRISTIANISMO SIN PECADO ORIGINAL 35 — La voluntad salvadora de Dios sincera/operativa no implica el que, de hecho, todo hombre llegue a la vida eterna. La libertad humana conserva la posibilidad real de decir no a la invitación divi­ na y autoexcluirse de la vida eterna. Pero es del todo inadmisible para nuestra fe católica el que alguien, sin culpa personal, quede excluido de la Vida ni en el tiempo ni en la eternidad. — La mediación y sacramentalidad de Cristo en la realización de la voluntad salvadora del Padre se continúa en la Comunidad de los creyentes, la Iglesia. Por desgracia los cultivadores seculares de la teoría del PO malentendieron el axioma «fuera de Cristo/de su Iglesia no hay salvación», precisamente bajo la nefasta influencia de la teoría del PO. Desde estos altos y seguros principios dogmáticos surge la pre­ gunta que nos ocupa, ¿cómo se concreta la voluntad salvadora del Padre respecto al hombre recién llegado a la existencia?, ¿cuál es su relación personal con Cristo, Sacramento universal de salvación? En una palabra, ¿cuál es la situación teologal del hombre al llegar a la existencia? Pregunta que, si somos un poco críticos, ha de retrotraer­ se a otras ya anteriormente hechas: ¿merece la pena hacerse seme­ jante pregunta?, ¿es posible encontrar una respuesta satisfactoria?, ¿qué valor y qué consecuencias van inherentes a cada una de las posibles respuestas?

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