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C ap ítu lo XV EL PENSAMIENTO POLÍTICO Y SOCIAL CRISTIANO Y LA DOCTRINA DEL PECADO ORIGINAL Como cualquier otra actividad del h om b re caído, su actividad político-social no pudo menos de ser considerada ‘manchada’ por la sombra del PO. Al teólogo actual esta impregnación de las teorías político-sociales puede parecerle, con toda razón, tangencial, lejana, pasajera. Pero conviene no olvidar que es un hecho histórico segu­ ro la influencia de la doctrina del PO en la mentalidad de los pen­ sadores políticos cristianos durante siglos. Cuando se estudia la doc­ trina del PO sea para mantenerla en vigor, sea para subrayar su inconsistencia no conviene olvidar la historia. Pero, por tratarse de historia pasada, podemos aludir al hecho con brevedad. 1. ORIGEN Y SENTIDO DE LA AUTORIDAD Y LA CREENCIA EN EL PECADO ORIGINAL La autoridad es considerada como base de la sociedad huma­ na por los estudiosos de la política y de la sociología. Según la idea que se tenga de la au toridad, su origen, legitimación y alcance asis­ timos a diversos modelos de la convivencia humana, del progreso y del retroceso en la historia. En la Edad Media, cuando el hombre era visto como ser caído, como naturaleza congénitamente viciada, corrupta, también este producto de la actividad humana que llama­ mos ‘política’ tenía que ser visto desfavorablemente afectado por la situación histórico-existencial en que ha venido a encontrarse el tristemente célebre ‘hombre caído’ = hom o lapsus de la teología cristiana. Ya desde su primera presencia en la historia la doctrina del PO impacto a fondo las ideas políticas de su creador, Agustín de Hipo- na. Ya he indicado que el ‘dogma’ del PO está presente e influyente en la teología de La C iudad d e Dios. Es también uno de los facto­ res a tener en cuenta cuando se hable del «agustinismo político». Si bien en su aparición, desarrollo y mantenimiento colaboraron otros

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