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CRISTIANISMO SIN PECADO ORIGINAL 273 Apenas será necesario recordar que esta visión del hombre viciado y corrupto a nativitate influyó notable y desfavorablemen­ te en la moral, espiritualidad y en la praxis pastoral de la Iglesia católica durante más de dos siglos. La creencia del jansenismo en el «dogma» del PO era la idea-eje de todo este pesimismo religio­ so y cultural161. Lo era también para «la religión triste de Pascal» (L. Kolakowski). lól Podemos remitirnos a la obra de L. Kolakowski, o. c. en nota 145. Sobre todo para el jansenismo, la centralidad del PO en la teología y sus concomitantes repercusiones culturales es obvia. También en Pascal. Si bien éste, además de insis­ tir en el PO como clave de la miseria del hombre y de sus fracasos históricos, no desconoce el nivel metafísico de la miseria: el ser humano finito es una nada, una miseria ontológica frente al Infinito. La ruina del PO incrementa, pero no crea de nuevo la miseria humana ni, por ende, la necesidad del Salvador, según hemos expuesto anteriormente.

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