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260 ALEJANDRO DE VILLALMONTE S. Buenaventura dirige todo su empeño a que sus oyentes, teó­ logos cristianos y, sobre todo, «varones espirituales», «de la sabiduría mundana sean atraídos a la sabiduría cristiana», que está centrada en Cristo, medio, centro de todo saber: del saber teológico, de la metafísica, de cualquier saber humano que hay de ser provechoso para el cristiano 15°. Con duras palabras, con rasgos apocalípticos critica la filosofía separada, autónoma: la filosofía que debe perma­ necer como ‘sirvienta de la teología = an cilla theologiae. Pero ahora se la quiere dar la categoría de señora 151. Podemos dejar en su propio tamaño las nerviosas diatribas del Doctor Seráfico contra la filosofía de los innovadores. Lo que intere­ sa es notar que todos estos errores los atribuye él al hecho de que los filósofos aludidos ignoran que la inteligencia humana está enfer­ ma, viciada por el PO. Y, al ignorar la llaga, ignoran también la medicina, la gracia de la fe; ignoran al médico, Cristo maestro de la humanidad. Se ha hecho célebre la frase de Lutero quién a la filosofía, la metafísica aristotélica y a la inteligencia de la que brota la califica de «prostituta» = Hure Vernunft. Porque con su hermoso parecer y la elegancia de su razonar seduce a los teólogos y le impulsa a estu­ diar más a Aristóteles que a Cristo crucificado, que vive en la Escri­ tura. Acabamos de oír a san Buenaventura lanzar similares imprope­ rios contra la filosofía ‘separada’. Y por similar motivo: por el PO. También aquí interesa menos el contenido y el problema de las rela­ ciones entre la metafísica y el estudio de la Escritura. Parece que Lutero no tendría interés en descalificar a la inteligencia humana cuando se ocupa de trabajar en su propio campo: los saberes empí- teólogos y se avanzó a la impugnación de la doctrina por la facultad de Artes». Coll. in Hexaemeron, I, 9; Opera V, 330 s. Se degradó la razón, se degradó la metafísica en diversas ciencias, ib., V, 21; Sobre la ciencia divina, VI, 3-4; sobre la eternidad del mundo, VI, 21; VI, 4. No hay premios ni castigos ultraterrenos, ib., VI, 4; VII, 2. 150 Es la intención programática propuesta en la primera conferencia: detener el avance del secularismo de la época: que la sabiduría mundana no pretenda suplantar a la «sabiduría cristiana»; es decir, la que se fundamenta en Cristo como medio óntico y cognoscitivo de todo el saber humano. 151 J. R a t z in g e r , Geschichtstheologie des hl. Bonaventura, München, 1959, recoge textos y enmarca en su circunstancia vital estos fuertes alegatos del Doctor Seráfico contra la filosofía «separada» y rebelde frente a la teología, a la que preten­ de dominar, espec. pp. 144-162.

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