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CRISTIANISMO SIN PECADO ORIGINAL 233 traria explicación de los que atribuyen estas deficiencias al arqueo­ lógico pecado del patriarca primero de la tribu humana. También es falso afirmar que la libido que ahora sienten los hombres es madre del pecado, es decir, que inclina connaturalmente al pecado personal. Eso es dar un calificativo moral/moralizante a los hechos e inclinaciones físicos. La sexualidad inclina, de suyo, a lo que es bueno para su desarrollo, busca su propio bien. Búsque­ da que, como tal, nunca ofende a la moral. El mal moral/pecado está única y exclusivamente en la voluntad. Ella «se deja llevar» por los impulsos instintivos, en vez de ordenarlos hacia bienes superiores, dentro del propio campo de la actividad humana integral. Que si la pasión se presentase como literalmente indomable para una volun­ tad sincera, entonces ya hace siglos que los moralistas dijeron lo correcto en el caso: se tratará de acciones forzadas que sólo mate­ rialmente son pecado. No en sentido propio y formal, porque no hay voluntad libre. Los moralistas actuales hablan sobre la libido/sexualidad, de la vida pasional en general (sobre la vieja ‘concupiscencia’) con mucha mejor información y criterios valorativos que los utilizados por los seguidores de la doctrina del PO durante siglos. Sea lo que fuere lo que sobre la sexualidad hayan de decir, nunca se les ocurre afirmar que este sector de la vida humana esté afectado radicalmente por el lejano pecado de Adán. Los humanos no nace­ mos con una sexualidad congènita y universalmente viciada por el pecado del padre de la tribu humana. La vida pasional actual que disfrutamos y padecemos ni es hija del pecado ni es madre del pecado. La madre del pecado está la voluntad libre de cada hombre, en la profundidad de su propio corazón, como dijo Jesús en el Evangelio, Mt 13 , 18 - 19 . 5. LA SEXUALIDAD, EL MATRIMONIO, LA CONTINENCIA, LA IMAGEN DE LA MUJER EN EL HOMBRE «CAÍDO» Sobre la sexualidad/libido del hombre en su situación actual acabamos de hablar. Pero los teólogos cristianos, al menos en la edad patrística y escolástica, creían tener datos importantes sobre la sexualidad/libido de Adán/hombre paradisíaco. Desde luego, todo

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