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228 ALEJANDRO DE VILLALMONTE Eclana a san Agustín si creía él que los dolores de las madres al dar a luz, o los pedregales y sequedales del norte de África eran también castigo divino por el PO. 3. LA VIDA MONÁSTICA COMO RETORNO AL PARAÍSO Hoy podemos considerar este tema como un agradable recuer­ do histórico, no exento de poesía y ensoñación lírica. Lo menciona­ mos aquí por su relación con la creencia cristiana en el PO, con todos sus antecedentes y consiguientes. Esta hermosa leyenda de los monjes que imaginaban su forma de vida como un retorno al paraíso, era, sin duda, es símbolo de una lucha idealista contra el PO, contra sus efectos en la historia humana. Con la vida de per­ fecta continencia (enkrateia), especialmente mediante la perfecta virginidad, querían los «encratitas/continentes» negar y superar el PO en su fuente principal, según mentalidad antigua: el ejerci­ cio de la sexualidad en cualquiera de sus manifestaciones. Con el voto de pobreza, se pretendía secar el PO en otra de sus fuentes (o de sus consecuencias), según muchos mitos de la edad de oro: la avaricia, el afán de poseer, que habría introducido el tuyo y el mío en las relaciones humanas, como decía Don Quijote a los cabreros. Es conocido el hecho de que, durante siglos, los más espiritua­ les de los cristianos, los monjes, sintieron un gran atractivo y año­ ranza por la figura y estilo de vida de Adán en el paraíso 13°. Adán 130 Este tema, tan frecuentado por la tradición antigua, lo ha vuelto a poner de relieve, al menos como tema histórico, A . S to lz , La teología mística, Madrid, Rialp, 1951, pp. 31-53. Con mayor amplitud, G. M. C olom b as, La espiritualidad, el monacato primitivo, en Historia de la espiritualidad, Barcelona, J. Flors, 1969, I, pp. 500-603. Id., El mona­ cato primitivo, Madrid, BAC, 1998, 507-510, 644-665, 676, 678, v. «Adán». G. W. Lampe, A Patristic Greek Lexikon, «Paradeisos», ofrece textos. La utopía monástica-espiritual es una cristianización del ancestral mito de añoranza y retorno a los prestigiosos y divi­ nales orígenes de la humanidad, el perenne anhelo de la edad de oro de que habla la mitología greco-romana. Esta utopía cristiana espiritual, a su vez, se ha secularizado en esa constante histórica que busca la realización del Reino de Dios, del milenio feliz ,como cumbre de la historia humana. Ver al respecto las conocidas obras de N. C oehn, En pos del milenio. Revolucionarios, milenaristas, y anarquistas místicos en la Edad Media, Barcelona 1972; W. N igg, Das eiwige Reich. Geschichte einer Hoffnung, Zürich

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