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CRISTIANISMO SIN PECADO ORIGINAL 213 do en la teología. Por otra parte, es conocida la plurivalencia de sig nificados, la ‘plurisemia’ con que utiliza la palabra «pecado». Conoce mos el texto en que habla de pecado que es sólo pecado, pecado que es ‘castigo’ y pecado que es castigo del pecado. Además, se ha hecho célebre su designación de la concupiscencia/libido como peca do: porque es hija del pecado (adánico) y engendra el pecado (per sonal). Tenemos otro texto también significativo al respecto: «existe pecado cuando no existe la caridad que debería existir, o es menor que la que debería darse. Sea que esto lo pueda o no lo pueda evitar la voluntad. Si lo puede evitar, es voluntario con voluntad actual. Si no lo puede evitar ello depende de una anterior voluntad (la de Adán). Pero sí que lo puede evitar, no alabando la soberbia de la voluntad, sino cuando se le ayuda en su humildad»123. Reuniendo estos y otros textos, podemos reconstruir la plurivalencia de la pala bra «pecado» en la hamartiología de san Agustín: 1) el pecado por excelencia, pleno y hasta sublimado, perfectamente libre del Adán paradisíaco; 2) el pecado personal actual; 3) el pecado venial (peca dos cotidianos, dice Agustín); 4) el pecado-castigo ya mencionado; 5) el pecado como deficiente cumplimiento del mandamiento de la caridad con Dios y con el hermano. Surge entonces inevitable la pre gunta: ¿ en qué sentido podemos calificar de «pecado» a la situación teologal en que cada hombre entra en la existencia? En mi opinión y por lo que se refiera a san Agustín, semejante situación nativa la podemos calificar de ‘pecado’ en el mismo senti do en que el propio Agustín llama pecado a la concupiscencia: por que procede del pecado y engendra el pecado. Esta interpretación se apoya en el hecho de la unión inseparable que Agustín establece entre concupiscencia y PO. Podrá discutirse si formalmente se iden tifican, pero es seguro que funcionalmente podemos identificarlos. Ahora bien, la concupiscencia es calificada de ‘pecado’ por Agustín en sentido metonímico, traslaticio. Incluso en sentido metafórico. Pienso que en la hamartiología agustiniana no hay base para hablar del PO como pecado «analógico». Es pecado, pero en sentido meto- 123 De Perf. lust. HominisV I, 15; PL 44, 298. «Mientras pueda aumentarse (la caridad) lo que tiene de menos sin duda que es vicio», Epist. Ió7, 15; PL 33, 739. Más textos y comentario en F. J. T onnard , Sur le péché dans Saint Augustin, en RÉA 7 (1961) 250-251.
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