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204 ALEJANDRO DE VILLALMONTE tienen una voluntad viciada, sujeta a la ‘necesidad de pecar’, voluntad esclava, pero voluntad verdadera. En los niños la voluntariedad de su pecado se la concede el hecho de estar contenidos en la voluntad de Adán 117. Con esta solución Agustín proporcionó a la teología occidental un complicado tema de reflexión: cómo salvaguardar la voluntarie­ dad del pecado original. Por ejemplo, y yendo a la raíz del proble­ ma, ¿es necesario mantener la voluntariedad en todo pecado?, ¿basta para salvarla el recurso agustiniano a la voluntad de Adán?, ¿qué implica esa continencia de las voluntades de todos los hombres en la voluntad de Adán? La búsqueda de la «voluntariedad» del PO ha constituido un auténtico tormento intelectual para los teólogos, una áspera «crux theologorum» a lo largo de la historia. En mi opinión en ella siguen colgados sin poder bajar, pasados los siglos. A esta inclusión/continencia de todas las voluntades en la voluntad de Adán, Agustín, en varios textos, le da un sentido biológico: conti­ nencia de todos en las razones seminales del protoparente. In lum- bis Adae = en los lomos de Adán. En clara conexión con la mentali­ dad de los primitivos y sus mitos. Incluso podría buscársele apoyo en ciertos textos de la Biblia. Expresión ellos mismos de una menta­ lidad primitiva, tribal y mítica. Otras veces, al menos en algunos de los agustinianos medievales, podría pensarse en una inclusión meta­ fisica/ontologica. A modo como en «Anthropos» /Hombre» ideal pla­ tónico están contenidos todos los «Anthropoi» /hombres individua­ les. Finalmente, también se ha pensado en una decisión divina de ‘recapitular’ en Adán el destino (y, de algún modo, las voluntades) 117 Sobre el pecado ‘involuntario’, ver los estudios de M. E. A lflat , The Deve- lopement o f Idea o f involuntary Sin in Saint Augustine, en RÉA 20 (1974) 113-134; I d ., Responsability fo r involuntary Sin in Saint Augustine, en RchA 10 (1975) 171- 186. Pío V condenó a Bayo porque afirmaba que la voluntariedad no pertenece a la razón formal de pecado, DS 1945-1946. Bayo quería ser fiel a san Agustín. Los esco­ lásticos concedían al PO un mínimo de voluntariedad, la que recibía de su inclusión en la voluntad de Adán. Pero, eliminada la voluntad nodriza de Adán, al declararle hoy día como personaje no histórico, cae por tierra también aquella -mínima» volun­ tariedad del PO. No es posible descubrir voluntariedad ninguna en la situación teo­ logal del recién venido al mundo, sea ella la que fuere, de Gracia o de pecado. Pare­ ce como si, en la teoría antigua, el PO fuese una especie de «pecado infuso» en el recién concebido, como lo es la gracia infusa en el recién bautizado. La compara­ ción es de san Agustín, aunque no la terminología.

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