PS_NyG_1999v046n001p0007_0353

CRISTIANISMO SIN PECADO ORIGINAL 161 La «nulidad salvifica» se apoya en la nulidad ontologica. Sobre todo si la ponemos en relación con la grandiosidad de Dios tan subrayada en la Biblia. A la ciencia teológica, en cuanto tarea espe­ cífica, le interesa hablar de la impotencia soteriológica humana a este nivel. El pastor de almas y, entre ellos, el «predicador» del PO sólo hablan de la incapacidad humana al primero y segundo nivel indicados. Y desde ahí buscan y proclaman la necesidad del Salva­ dor. Tal explicación, es decir, el recurso a la condición pecadora honda y universal es indispensable y puede ser suficiente a nivel de predicación y cura de almas. Pero la ciencia teológica, sin negar este motivo hamartilógico, ha de buscar la raíz última de la impotencia humana a más hondo nivel: desde la distancia ontologica existente entre el ser finito y el Infinito. No visto éste en abstracción filosófi­ ca, sino dentro de la concretez con que lo ofrece la teología católi­ ca del sobrenatural: Dios vida eterna, gratuita, «Sobrenatural» para el hombre. Y el hombre incapaz de acceder a esa Vida. Si Dios no viene graciosamente en su ayuda. Al terminar las reflexiones de este capítulo, me parece consoli­ dada nuestra opinión: para explicar en toda su universalidad y hon­ dura la necesidad de la gracia de Cristo (y la correlativa incapacidad soteriológica del hombre) no es pertinen te el recurso a la doctrina d e l PO. Y, en otra formulación: eliminada la doctrina del PO, en nada desvirtuamos la fuerza salvadora de la Cruz de Cristo. Más bien proyectamos mejor luz sobre la sobreabundancia de acción salvado­ ra de Cristo, cf. Rm 5, 15-17. No queremos imponerle restricciones respecto al recién venido al mundo ni a la ‘humanidad infantil’ en general.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz