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326 FRANCISCO DE ASÍS CHAVERO BLANCO tiva de la antropología bonaventuriana la respuesta a la primera pre­ gunta lleva ya implícita la respuesta a la segunda. Pero saber qué va a ser del hombre, de algún modo es respuesta a la cuestión por la identidad del hombre mismo. El concepto definidor del hombre, imagen y semejanza de Dios, con sus equivalencias de capacidad de Dios, forma beatificable, capacidad de Dios, nos da una concepción del hombre más en la línea de la posibilidad que en la línea de la realidad factual, más lo que el hombre está llamado a ser que lo que el hombre es. Si se busca una definición del hombre desde el concepto de forma beati­ ficable, en cierta manera tenemos quien es el hombre y lo que de él va a ser. Tenemos una posibilidad que sólo en el recto ejercicio de la libertad puede ser lograda. San Buenaventura es consciente que estar moviéndose en un campo, que si aprióricamente le puede ser señalada una meta, a ella sólo se arribará por una personal y libre decisión del hombre. No es otra cosa lo que quiere indicar, cuando se afirma que al premio de la bienaventuranza no es honro­ so llegar sino por el mérito y éste, sólo mediante la acción libre y voluntaria, es posible 242. San Buenaventura parece entender aquí el mérito como algo derivado del uso de la libertad, de una acción voluntaria. Se trata de una corriente de pensamiento muy afín a la teología de los cis- tercienses 243, aunque en su raíz última es una cuestión agustiniana, que Pedro Lombardo asume y la articula desde la idea de la libertas a necessitate, a peccato et a miseria , que hoy pudiéramos traducir con el concepto de libertad —de o incluso de liberación— , que supone superar una situación que viene a menoscabar la dignidad del hombre. Pedro Lombardo estudia la cuestión de la verdadera y falsa libertad. Aquella será fundamentalmente liberación del pecado, 242 «Et quoniam ad beatitudinis praemium pervenire non est gloriosum nisi per meritum; nec mereri contigit, nisi in eo quod voluntarie et libere fit: ideo oppor- tuit, animae rationali dari libertatem arbitri per remotionem omnis coactionis; quia hoc est de natura voluntatis, ut nullatenus possit cogit, licet per culpam misera effi- ciatur et serva peccati», Brev., 2, 9, 2 (V, 227). 243 Cf. S an B er n a rd o , In Cantica canticorum, sermo 81, n.° 6 (PL 183, 1173- 1174); Alain d e L ille , Theologiae regula, regula 71 (PL 210, 657-658) et regula 90 (PL 210, 669).

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