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ANTROPOLOGÍA Y ESCATOLOGÌA 261 sión del múltiple a partir del uno. Los principios de ontología pla­ tónica que en este esquema subyacen, implican la idea de retorno, pero, en sí misma, la idea de epistrophé no conlleva el concep ­ to de historia, que es una noción específicamente cristiana. La idea de bondad divina que está al origen del ser creado es también su fin último, pero si Dios todo lo crea destinado a él mismo, la crea­ ción, en cuanto acción divina y duración espacio-temporal es una historia de revelación y de comunicación de Dios 18. La influencia de la bondad creante en la creatura determ ina en ella una bon ­ dad, que es una ordinatio ad bonum. Este principio de la ontolo­ gía platónica es esencialmente modificado por Buenaventura, dado que la inclinación a un fin es algo más de lo que una visión deri­ vada de la ontología del bien puede determinar. En los esquemas platónicos en los que la idea de la difusividad del bien ha nacido, se puede hablar de una teleología, pero no de una noción de la escatología, po rque el modo bonaven turiano de ver el universo está también condicionado por los esquemas de san Agustín 19, que parece asumir esta lectura del pensamiento de Plotino con la teo­ ría de que todo lo que el Uno procede tiene un límite (orisma), forma (morphé) y estabilidad (stasis)20. Antes de san Buenaven­ tura, la Summ a Hálense se ha servido de los comentarios agusti- nianos al libro de la Sabiduría y ofrece un repertorio de textos de san Agustín 21. La ordenación de todo a Dios es una clave de la teología de la creación, en ella subyacen principios de ontología platónica, aunque no puede entenderse la creación como una simple expan­ sión del múltiple a partir del Uno. La ontología platónica implica la idea de retorno, pero no comporta una concepción de la histo­ ria, que sólo del fiel atenimiento a la palabra revelada deducirse. A partir del dato bíblico, la creación puede ser considerada como un proyecto remitido a Dios en origen y en destino, no por la 18 Cf. 2 Sent d 1 p 2 a 2 q 1 conci. (II, 44). 19 Cf. S an A g ustín , De natura boni 3 (PL 42, 553); De Genesi ad litteram, 4, 5, 11 (PL 34, 300); 4, 6, 12 (PL 34, 301); De Civitate Dei, 5, 11 (PL 41, 153); De vera religione, 7, 13; 11, 36, 55 (PL 34, 129). 20 Cf. P lo tino , Enéadas, V, 50, I, n.° 7; II, 50, IV, n.° 5. 21 Cf. Summa Ila/cnsis. I. n.us 111-115 (I, 173-182).

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