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ANTROPOLOGÍA Y ESCATOLOGÌA 323 está el acabamiento definitivo del hombre, lo que san Buenaventura traduce con el término status. El mismo concepto de fin puede ser entendido de dos modos, como fin último que es el que propiamen­ te puede ser llamado así y el f in e sub fin e, que se viene a llamar term inus251. En este sentido, Dios es quien verdaderamente puede ser llamado fin del hombre, precisamente porque para Dios (prop- ter) todo ha sido creado 232. Este propter Deum de la creación es el que determina la estruc­ tura metafísica del hombre, dada la primordial importancia que en san Buenaventura tiene la causalidad final, porque se funda en la identidad del fin y del bien. Al fondo de este esquema metafisico tenemos una ontologia y teología del bien, como explicación última tanto del ser de Dios como del ser del hombre y como explicación del ser del hombre lo presentará siempre como remitido a Dios en origen y en destino. El nombre divino de Bien justificará esta doble vinculación del hombre al misterio de Dios, de tal forma que esta relación determina totalmente el ser de la creatura, porque como efecto de la bondad creante a ella está ordenada 233. Pero si el hori­ zonte de comprensión del hombre es la referencia esencial y onto­ logica al misterio de Dios, estar remitido a Dios en destino, significa tenerlo como fin, porque se le tiene como principio y origen. La constitución de la creatura está determinada por la causa final 234. Estas ideas sugieren que el fin al que hombre se ordena puede ser considerado como un determinante esencial de su propia exis­ tencia, de forma que la adecuada comprensión de ésta no puede hacerse sin la esencial referencia al fin al que el hombre está desti­ nado. La existencia humana sólo es comprensible desde la perspec­ tiva de la creación del hombre y como tal haber sido ordenado a un fin último. Así el hombre, en cuanto imagen de Dios, tiene que 231 Cf. 1 Sent d 1 dub 5 (I, 45). 232 «Finis ad quem ordinantur, duplex est. Quidam enim est finis principalis et ultimus, quidam vero est finis sub fine. Si primo modo loquamur de fine, sic omnium creaturarum tam rationalium quam irrationalium finis est Deus, quia omnia propter semetipsum creavit Altissimus; omnia enim fecit ad laudem suae bonitatis», 2 Sent d 15 a 2 q 2 conci. (II, 382). 233 Cf. 2 Sent d 1 p 2 a 1 q 1 conci ad 1 (II, 44). 234 Cf. 2 Sent d 15 a 1 q 3 conci. (II, 380).

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