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318 FRANCISCO DE ASÍS CHAVERO BLANCO apriórica en el hombre, no se trata, como en el caso de los hábitos y de las virtudes de tendencias adquiridas. Este deseo, al ser innato, se le puede considerar como un dinamismo intrínseco de la natura leza: ciertamente en el pensamiento bonaventuriano hay un gran sedimento de temas y problemas ya planteados por la teología de san Agustín, porque si a la bienaventuranza se la hace consistir en el sumo bien 217, es un tema tomado de san Agustín. Pero en reali dad, tal como san Buenaventura lo plantea, habría que verlo en dependencia de otro gran tema agustiniano como la memoria Dei, es decir el pre-conocimiento de Dios y un amor natural a él, que hacen del hombre una inchoata creatura, hasta llegar a ser forma- ta creatura. El sentido último del texto bonaventuriano, aquí utili zado, es justamente el siguiente, el appetitus beatitudinis es el que presupone la notitia Dei naturalmente inserta en el hombre, pero el fundamento radical del appetitus beatitudinis en el hombre es esa noticia apriórica de Dios en el fondo del espíritu humano, pero en realidad se les puede considerar como temas convergentes, porque uno de los centros de la antropología bonaventuriana, que es real mente el centro de su misma metafísica, es la idea del ser absoluto, de Dios, como ser ab se, secundum se y propter se a la que es siem pre relativa la idea del ser ab alio, secundum alium, propter alium, que indica siempre una concepción metafísica del ser finito —y esta misma concepción es la que se aplica a la antropología, como ser formado y Dios como forma, de Dios como principio y, por consi guiente del hombre, como ser formado y originado, precisamente de aquí se va a derivar el esse ad alium, de forma, que si Dios es el fin del hombre, lo es porque es su principio. Este problema teológico y antropológico es el que se encuen tra en toda la teoría agustiniana del deseo de Dios. ¿No ha afirmado Agustín que en el hombre hay un misterioso deseo de una misterio sa grandeza? Agustín ha desarrollado en torno a esta idea todo un problema ético, que ha articulado en torno a las ideas de amor sui y amor Dei, indicador el ultimo del tema central de la antropología teológica que gira en torno a la idea de mens u homo capax Dei, 217 «Appetitus beatitudini adeo est nobis insertus, ut nullus possit dubitare de altero, utrum velit esse beatus, ut in pluribus locis dicit Augustinus; sed beatitudo consitit in summo bono, quod Deus est», Myst Trinit q 1 a 1 f 7 (V, 46).
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