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314 FRANCISCO DE ASÍS CHAVERO BLANCO natural del bien, éste tiene su contexto dentro de la concepción que Buenaventura forma de la naturaleza humana, bien sea como natu- ralis cursus o como naturalis oboedientia alusivo el primero a la constitución del ser creado desde el comienzo mismo de la existen cia, siendo el segundo concepto siempre referible a la disponibili dad del hombre frente a Dios para ser utilizado por él como quiera. En este sentido, el concepto de deseo natural de la bienaventuranza o de deseo natural del bien ha de ser entendido, dentro, ciertamen te del concepto cristiano de creación. Este deseo podía ser interpre tado como una estructura apriórica o como un existencial y como tal, es algo que en el hombre no puede ser anulado. Para la inter pretación del pensamiento bonaventuriano hay que tener presentes los conceptos centrales de su antropología teológica, bien sea el concepto de imago Dei, que es entendido como una natural cuali dad del hombre, y que es aquí donde con más fuerza se evidencia que el llamado orden natural responde a la voluntad de Dios o bien desde una comprensión de lo que en el hombre llamamos natural, viene a constituir uno de los principio intrínsecos de su ser 192. El deseo de la bienaventuranza, en cuanto que es llamado un deseo natural sólo desde la comprensión del hombre como forma beatifi- cabilis puede ser comprendido y está así enraizado en la configura ción estructural del hombre, precisamente porque la creación del hombre no es una realidad cerrada en si misma, sino es una acción abierta hacia el horizonte de la bienaventuranza 193. La misma crea ción del hombre presenta una dimensión de la persona, que de una parte señala la condición antinómica del hombre como vana et defi- ciens y al mismo tiempo abierta a el horizonte infinito del ser. Vani dad y deficiencia serán siempre debidas a la creatio ex nihilo y los llamados principios constitutivos son el origen de las propiedades positivas, pero el cumplimiento del deseo del hombre sólo es debi do a la acción de la gracia 194. 192 «Natura dicitur naturalis origo. Origo autem creaturae et est ex nihilo et est ex suis principiis: secundum hoc dupliciter dicitur aliquid ipsi creaturae naturale, vel quia inest ei ex eo, quod est ex suis principiis», 1 Sent d 8 p l a 2 q 2 ad 7-8 (I, 161). 193 «Anima facta est ad participandam beatitudinem quae consistit in summo bono», 2 Sent d 19 a 1 q 1 concl. (II, 460). 194 «Secundum autem quod naturale dicitur quod inest rei per propia princi- pia, sic non dicuntur naturaliter inesse privationes vel deffectus, sed habilitates: et
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