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ANTROPOLOGÍA Y ESCATOLOGÌA 301 venturanza, responde al concepto de frui en cuanto es la unión en el amor de una realidad amada por si misma y como fin en sí misma 143. Es un deseo común a las virtudes teologales, ya que cada una de ellas indica un atributo divino. La fe es expresión de amor a la Suma Ver­ dad, el amor de la bienaventuranza es el de la esperanza misma, el amor del Sumo Bien, el de la caridad 144. En sentido estricto, se trata de un acto propio del hombre, porque sólo quien tiene deseo está llamado a la fruición de Dios 145. Al igual que en san Agustín, este par de conceptos marca en Alejandro una ética de los valores, porque sólo Dios es quien debe ser amado por sí mismo y como fin en sí mismo 146, aunque en sentido propio (formaliter) sólo puede gozarse y, por ello, desearse la Trinidad, es decir la bienaventuranza increada. La bienaventuranza creada siempre está referida a la increada 147. Las líneas maestras del pensamiento halesiano están presentes en san Buenaventura, porque en ambos, la bienaventuranza es el fin último del hombre, derivado de su creación a imagen y semejanza de Dios. Más exactamente, habría que decir que responde a una voluntad divina histórica: esta bienaventuranza, sólo con Dios puede ser identificada. No cabe duda, que el texto de Alejandro es de importancia decisiva para la formación de la escatología en la Escue­ la Franciscana de París y viene a constituir un hito fundamental de la misma. Buenaventura supera en precisión técnica a Alejandro. Un segundo texto de interés para este tema es otra cuestión de beatitudine, debida a Juan de la Rochelle, contenida en los ms. Tou- louse 7373, ff. 156b-157c, y ms. Assisi 186, ff. 86c-87d 148. Juan de la Rochelle comienza su cuestión tratando de precisar las diferencias de la bienaventuranza 149. La bienaventuranza es el 143 Cf. A lejandro de H ales , 1 Glossa d 1, n.° 6 (I, 9). 144 Cf. A lejandro de H ales , 1 Glossa d 1, n.° 6 (I, 10). 145 Cf. A lejandro de H ales , 1 Glossa d 1, n.° 6 (I, 10). 146 Cf. A lejandro de H ales , 1 Glossa d 1, n.° 7(1, 10). 147 Cf. A lejandro de H ales , 1 Glossa d 1, n.° 4 (I, 8); 3 Sent. d 29, n.° 2 (III, 340-341). 148 En el folio 156 del ms. Toulouse 737 se lee en el margen: «Hec est alia questio de beatitudine fratris lo. de Rupella». 149 «Quesitum est de beatitudine in se; nunc restat de ipsa querere quoad suas differentias. Et primo incidit questio utrum habeat differentias», J uan de la R ochelle , Quaestio de beatitudine, ms. Toulouse, f. 156b; ms. Assisi 186, f. 86c.

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