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ANTROPOLOGÍA Y ESCATOLOGÌA 291 telos del hombre con Dios mismo; el haber hecho de un concepto ético en los estoicos un concepto transcendente, más en consonan­ cia con la línea platónica y neoplatónica; ciertamente, pero la misma idea de bien, tal vez impersonal de esta filosofía, es trans­ formada y sustituida por el concepto cristiano de Dios. Agustín esta­ blece una radical unidad entre los conceptos de summum bonum, vita beata y ordo. La vita beata es pensada por Agustín como una realidad de orden transcendente, que objetivamente existe y en la que el hombre puede participar. Hypostasis la había llamado Ploti­ no, una sustancia idéntica con la vida divina del noüs en su pura actualidad 106. En Agustín pervive la axiología plotiniana, que está en consonancia con los grados de vida y de ser; esta idea está apo­ yada en la identificación que se hace del ser con el bien. Ser y bien supremos que Agustín identifica con Dios mismo. La creación viene a formar una escala de grados de ser y de bondad, pero hay otra idea que Agustín toma también como sinónima la idea de esse y la idea de vita, de mucha más amplitud esta que aquella. La supre­ ma forma de vida es también la suprema forma de ser y es la vida bienaventurada, que en su sentido original se identifica con el su­ mmum bonum y con Dios. En san Agustín se concatenan conceptualizaciones del bien: el alma como bien del cuerpo y Dios como el bien del alma, idea apli­ cada al concepto de vida, en cuanto que el alma es vida del cuerpo y Dios, vida bienaventurada del alma 107. El principio rector de esta idea es la gradación de los seres, común tanto al platonismo y al estoicismo, y de ahí que se concatenen las ideas de ser y de perfec­ ción por medio del concepto de participación, si el cuerpo participa por su unión de la vida del alma y es informado por ella y es eleva­ do dentro de la escala ontologica, por lo mismo el alma no posee en sí la vida bienaventurada, sino que participa en ella por su unión con Dios, por ella es informada y está elevada dentro de la escala de los seres. San Agustín, en consonancia con toda la corriente pla­ tónica, ha resaltado el valor de la vita intellectualis, como principio de la vita beata, porque es sólo la racionalidad humana la que 106 Cf. Plotino, Enéadas, 1, 4, 11. 107 «Sicut enim tota vita corporis est anima, sic vita animae Deus est», San A gu s ­ tín , De libero arbitrio, 2, 16, 41 (PL 32, 1263).