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290 FRANCISCO DE ASÍS CHAVERO BLANCO doctrina de los dos reinos. A juicio de Agustín, el error de la filoso­ fía fue buscar la bienaventuranza y la perfección en este mundo, bien sea en la virtud o en los placeres o en la conjunción de ambos fines. El De Civitate Dei refleja la preocupación de un teólogo inte­ resado en mostrar la vanidad de esta pretendida felicidad, compa­ rada con la esperanza que Dios ha dado a los cristianos y con la realidad prometida de la esperanza de la vida eterna 102. El juicio de San Agustín sobre la filosofía y la ética pagana puede decirse que es el juicio de la filosofía desde más allá de la filosofía, su intención ha sido mostrar que la bienaventuranza no está en nada de lo que la filosofía ha llamado bienaventuranza y bien. Si la vida del cuerpo está abocada a la destrucción y la vida virtuosa está en una tensión dialéctica entre la bienaventuranza que trata de alcanzar y la lucha con las bajas pasiones, entre tanto esta tensión perdura no se puede hablar de bienaventuranza 103. Si Agustín enjui­ cia la felicidad prometida por los filósofos como un estado misera­ ble 104, es porque la enjuicia desde la perspectiva cristiana de la bienaventuranza eterna, como superación de la destrucción, del mal y de la muerte misma. Es la paz escatológica, de la que no puede pensarse que haya otra mayor y mejor 105. El verdadero contexto de la concepción agustiniana de la bea- tituclo y de la vita b ea ta es la escatología cristiana, la vida eterna, ahora poseída en esperanza, pero que será vivida en plenitud. Es cierto que Agustín llega a esta conclusión por un camino distinto del que puede ofrecer la filosofía platónica y la estoica. El camino es la lectura de san Pablo. El pensamiento de Agustín se concentra sobre Dios, pensado y concebido como el Summum Bonum , objeto de un amor que puede cualificar de fru ición . La transformación que hace Agustín a la ética, tanto estoica como neoplatónica, es haber identificado el 102 Cf. S an A g u stín , De CivitateDei, 19, 1 (PL 41, 621-624). 103 Cf. S an A g u stín , De CivitateDei, 19, 4 (PL 41, 636). 104 Cf. S an A g u stín , De CivitateDei, 19, 10 (PL 41, 636). 105 «Sed tune est vera virtus, quando et omniabona quibus bene utitur, et quidquid in bono usu bonorum et malorum facit, et se ipsam ad eum finem refert, ubi nobis talis est tanta pax erit, qua melior et major esse non possit», S an A g u stín , De Civitate Dei, 19, 10 (PL 41, 636).

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