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ANTROPOLOGÍA Y ESCATOLOGÌA 279 fin último de toda operación racional. La capacidad de Dios y el estar ordenado a él traducen esta destinación teleológica a Dios. En este sentido, san Buenaventura sitúa la bienaventuranza como término del hombre c a p a x Dei, que como espíritu se-ciente, percibe en sí una tensión que le transciende y que al mismo tiempo, por ser ten­ sión transcendente, el hombre puede percibir un conocimiento de ese fin, aunque sólo sea una contuitio. La afirmación central de san Buenaventura es que el hombre ha sido creado para participar de la bienaventuranza eterna de la summa bondad. 4. ALGUNAS PRECISIONES HISTÓRICAS La argumentación de san Buenaventura, es un conjunto de variaciones sobre el axioma om n ia bonum expotant. Esta tradición filosófica, trabajada por Aristóteles, es asumida por san Buenaven­ tura con las aportaciones que a ella ha hecho san Agustín. Biena­ venturanza es un concepto específicamente cristiano, que posible­ mente no tenga correspondiente en la filosofía de la antigüedad. B ea titu d o es un término evitado por Cicerón y frecuentemente empleado por san Agustín, y quizá tenga que ser leído más en dependencia del concepto neotestamentario de m aka rios que del concepto filosófico de eu d em on ía , concepto central de la especu­ lación teleológica de la antigüedad y que ha tenido un carácter pre- valentemente ético. El bien es el fin al que se orienta toda la activi­ dad humana y en la filosofía estoica el telos tenía el sentido de objeto último de todo el esfuerzo humano. En la especulación te­ leológica antigua, la idea de telos estaba siempre en irreductible relación con el esfuerzo y la acción humana. La especulación esta­ ba en una línea voluntarista y ética, como el fin último que siem­ pre debe ser buscado. Telos, antes que un concepto de orden psi­ cológico, es un concepto de orden ético. En la teoría aristotélica del bien y de la felicidad se mantiene la línea ética del pensamiento que le han precedido. El bien es para Aris­ tóteles el fin de todas las acciones del hombre. Las artes, la investiga­ ción metódica del espíritu humano, como las acciones y determinacio­ nes morales del hombre, tienen siempre como objetivo el bien que se desea conseguir. Puede ser definido o descrito como el objeto de las

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