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256 FRANCISCO DE ASÍS CHAVERO BLANCO El objetivo de estas páginas es mostrar cómo el acontecimiento o acontecimientos últimos afectan al ser y a su historia, pues la esca- tología tiene hoy el rango que tiene en la Escritura y en los Padres: constituir el sentido esencial de la historia, que ilumina el misterio del hombre, el orden actual de lo humano, que sólo al final, es entendido en plenitud. El final del hombre y de su historia ha de entrar en esta dimensión, que pertenece a la fe. Los eschata, el hom­ bre y su historia quedan incorporados a la dimensión abierta por la acción reveladora de Dios en el mundo. ¿Está determinada la teología bonaventuriana por la escatología? L. Mauro ha apuntado que está marcada por la tensión escatológica. Está centrada en la búsqueda de Dios por hombre y sobre su esfuerzo por alcanzar la comunión con él, anticipadora de la visión 2. La referencia al más allá de la historia y del tiempo, el futuro con relación al presente, y este futuro es la eternidad, es visto dentro de una concepción del hombre y del mundo. El reposo final responde al cumplimiento del des­ tino del hombre, a través de juicio último, en la resurrección; en esta visión de lo escatológico tiene gran importancia la configuración final, pensada como quies, que designa una situación afectiva — complacen- tia — del espíritu que ve inmediatamente la esencia de Dios. En el cen­ tro de esta escatología está la bienaventuranza, Dios mismo. La fórmula Deus-objectum es central en la configuración de la escatología3, ya que Medievale (Roma 1972) 1435-1542. La teoría bonaventuriana de la exégesis ha sido ana­ lizada por A. D rago , «L’esegesi di san Bonaventura nei suoi Commenti», en Incontri Bonaventuriani, 7 (1972) 121-145; H. J. K lauck , «Theorie des Exegese bei Bonaventu­ ra», en S. Bonaventura 1274-1974, IV, Grotaferrata 1973, 71-128 (cito esta obra en 5 volúmenes con la sigla SB). Con todo, el problema es mucho más complejo, porque la teología medieval hereda el progresivo deplazamineto del acento escatológico que conoció el pensamiento postbíblico, al ir replegándose la expectación gozosa de las primeras comunidades cristianas hacia el moralismo sobrecogido de la escatología posterior. Cf. P. Müller-Golskuhle, «Desaplazamiento del acento escatológico en el de­ sarrollo histórico del pensamiento postbíblico», en Concilium, 41 (enero 1969) 24-42. 2 Cf. L. Mauro, «“Meditado” e cultura come preparazione alla ascesa a Dio in san Bonaventura», en A . P ompei (Ed.), San Bonaventura, Maestro di vita francesca­ na e di sapienza cristiana. Atti del Congreso Internazionale p er il VII Centenario di San Bonaventura da Bagnoregio, Roma 19-26 settembre 1974 (3 vols.), Roma 1976, III, 56 (citaré esta publicación con la sigla SBM). 3 HI significado de esta fórmula ha sido magistralmente estudiado por H. S to e - v e s a n d t, Die Letzen Dinge in der Theologie Bonaventuras (Basler Studien zur histo­ rischen und sistyematiken Theologie), Zürich 1969, 72-306.

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