PS_NyG_1998v045n002p0255_0389

ANTROPOLOGÍA Y ESCATOLOGÌA 271 la teoría de los fines de la creación, ya se advierte una teología de la historia y una estructuración de lo escatológico en los albores mismo de la protología. La concepción del fin último como el fin principal, no sólo determina la estructura metafísica de la creatura, sino que es también el principio hermenéutico del ser creado. El final es el criterio de interpretación de la creatura y la verdadera postrimería de la creatura es Dios mismo51. La misma teoría de la creación impide considerar a la escatología de forma distinta a una parte, o como la escena final de toda la histo­ ria de la salvación. Al comentar san Buenaventura el texto de Pedro Lombardo, presenta las realidades últimas como una meta a la que han de conducir los sacramentos. Si la primera parte del libro IV ha estado dedicada a los sacramentos, como medios de la gracia, en la segunda parte del libro sigue la salvación a la que los sacramentos disponen52. Tiene un especial interés la sistematización del tema que encon­ tramos en el Breviloquium. El tema escatológico es el último capítu­ lo de la historia de la salvación, en el que Dios juzgará al mundo por medio de Jesucristo. La ratio theologica de este último acto de la historia de la salvación puede decirse que reside en Dios mismo. La naturaleza íntima del primer Principio, en cuanto que es a se, secundum se et propter se, es la causa eficiente, formal y final de todo. Sus atributos de poder, verdad y bondad son los que han teji­ do la trama de la historia de la salvación. Su poder ha dado origen y existencia al mundo infrahumano y al hombre, creado como capax Dei y beatificabilis y, por ello, creado como disciplinable, con liber­ tad de voluntad, que le constituye en sujeto moral que puede actuar en conformidad o disconformidad con la justicia. La bienaventuranza sólo será de quienes observaron la justicia. Las realidades últimas nos aparecen aquí en una doble dimensión: como consumación de la obra salvadora de Dios y, al mismo tiempo, como remuneración o castigo de las acciones morales del hombre53. 51 Cf. 2 Sent d 1 p 2 a 1 q 1 conci. (II, 44). 52 «Terminata parte principali huius libri, in qua Magister determinavit de sani­ tate, quam Sacramentorum medicamenta conferunt; sequitur pars, in qua agit de sanitate, ad quam sacramenta disponunt», 4 Sent d 43 div. textus (IV, 882). 53 «Ratio autem ad intelligentiam praedictorum haec est: quia cum primum principium, hoc ipso quid primum, sit a se ipso, secundum se ipsum et propter