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378 JAIME NUBIOLA 1. PREPARACIÓN Y PUBLICACIÓN DE EL SECRETO DE LA FILOSOFÍA En 1946 Eugenio d ’Ors ha cumplido ya los sesenta y cinco años. Prepara recopilaciones de sus escritos en castellano y —como escri­ be certeramente Jardí— «no obstante estar percatado de que el con­ junto de su obra dispersa ofrecía una mayor coherencia de lo que parecía a simple vista, se daba cuenta de que todavía no había dado el ‘do de pecho ’, de que le faltaba aquel punto de culminación o redondeam iento de la propia labor» 4. Su do de pecho será el El secreto de la Filosofía , publicado en otoño de 1947, en el que aspira a presentar de modo sistemático «su filosofía», o incluso mejor, el secreto de su filosofía: Se trata del «secreto según el cual la Filo­ sofía, eliminadora de tantos falsos saberes, ha de pasar por tales saberes (...). Debe practicar los métodos de la ciencia y hasta adap­ tarse a ellos, interinamente siquiera, para justificar su derecho a dis­ tintos métodos. Pues cumple a la Filosofía hacer de vuelta los viajes que hace de ida el vivir» (p. 27). En el compendio de sus recuerdos de las estancias veraniegas de Eugenio d ’Ors en Villanueva y la Geltrú, Nicolás Barquet da noti­ cia en el verano de 1947 de que el texto de El secreto de la Filosofía, que iba a aparecer en el otoño siguiente en la Editorial Iberia de Barcelona, había «sido escrito íntegramente en la playa villanovesa en el transcurso de los tres últimos veranos que ha residido aquí»5. Enric Jardí, autor de la mejor biografía de Eugenio d ’Ors disponible hasta la fecha, tuvo ocasión de hablar con Nucella Fernández Casti­ llejo, la última secretaria que tuvo Eugenio d ’Ors, sobre la forma con­ creta en que d ’Ors escribió este libro. La secretaria le contó —anota Jardí— que d ’Ors iba dictándole el texto sin notas delante y que al interrumpir el dictado para realizar otros trabajos literarios más urgen­ tes, como podían ser sus colaboraciones habituales en la prensa, vol­ vía a reanudar la redacción del libro con sólo indicarle su secretaria la última palabra que había escrito a máquina. «No hacía falta que le 4 E. J ard , Eugeni d ’Ors, Quaderns Crema, Barcelona 1990, p. 292. 5 N. B arquet , Eugenio d ’Ors en su ermita de San Cristóbal, Barna, Barcelona 1956, p. 57. 6 E. J ardí , Eugeni d ’Ors. Obra i vida, p. 404, n. 107.

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