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EL CONCEPTO DEL BIEN SEGÚN BUENAVENTURA 365 Si hablamos del bien en general, nos referimos a su difusión. Pero si hablamos del Bien en el pensamiento bonaventuriano nos referimos al Bien en Dios, y, entonces, hacemos mención del amor comunicativo de Dios como gracia. Recordemos, a estas alturas, que el amor de Dios, el amor caridad, no es simplemente affectus , sino comunicación de un efecto 29. De este modo, la comunicación de un acto de Dios parte de su voluntad: lo hace porque quiere, y, de esta forma, toma origen de su Bondad, pues, mientras el Bien es más grande, es más difusivo de sí. La soberana bondad, pues, es difusiva por la voluntad de Dios, ya que, en Dios, voluntad y bondad son la única y misma realidad 30. El Doctor Seráfico, que había utilizado ya el axioma de difusión en la comunicación intrín seca como causa eficiente, mantiene el concepto en su comunica ción difusiva extrínseca, añadiéndola a la causa final, retomada de una primera lectura dionisiana 31. Para el maestro franciscano el axio ma significa, a la vez, causalidad —ya presente en Dionisio— eficiente y final. La voluntad hace pasar el principio efectivo a la eficiencia, por conjunción de la potencia y de su fin 32. De esta forma, el P. Bougerol escribe: «La difusión creadora surge de la voluntad cerrada de Dios de expander su bondad, creando como principio eficiente, según lo que es, como causa ejemplar, por él, como causa final, llevando a él todo lo que crea»33. 29 El amor de Dios, el bien que se comunica, es para la creatura effectus com- municatio: «Quod patet sic; quia dilectio Dei ad creaturam non est affectio, sed effectus communicatio. Communicatio autem secundum rationem habitualem attenditur secundum bonitatem: quia bonum natum est se communicare. Secun dum rationem vero actualem attenditur seu rescipit voluntatem; quia enim vult ideo facit. Ratio ergo communicandi venit ex volúntate et bonitate» (I Sent., d .l, a.3, q.2 ad 3: I, 41a). 30 Cf. I Sent., d .l, a.3, q.2, ad 3: I, 39a; Ib., d.44, a .l, q.2, arg.4: I, 784a, Ib. d.45, a.2, q .l conci.: I, 804b. Cf. Un análisis de estos textos en J. G. B ougerol , o . c ., 101-104. 31 Lectura que es, por otra parte, realizada por Tomás de Aquino utilizada para demostrar la «conveniencia» de la incarnación. Cf. J. P eg h aire, o . c ., 19; Cf. M. J. N ico lás, «‘Bonum diffusivum sui’», en Revue thomiste , 55 (1955) 363-376. 32 L. M athieu , o . c ., 55. 33 J. G. B ougerol , o . c ., 104.
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