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250 SATURNINO ARA expresión terminológica de actualidad, si bien, en verdad, es una realidad, incluso conceptual, de siempre. Es digno de hacer notar la distinción introducida en el texto constitucional entre acostumbradas formas de apostolado y nuevas exigidas por las actuales circunstancias. Después de haber anunciado que la evangelización es tarea propia del capuchino, se enumeran en este noveno capítulo diver­ sas actividades: enumeración que es ejemplar, no taxativa, por tanto abierta a tantas otras posibilidades de presencia en la sociedad de hoy con voluntad, ante todo, de testimonio de vida y, luego, de pro­ clamación de la Buena Nueva que es Cristo; y ello, en gracia y fuer­ za, luz del Espíritu Santo, y tras el esfuerzo requerido para poder conocer y valorar el contexto socio-económico-político-religioso que tenemos la suerte de vivir, con sus luces y sombras. El capítu lo décim o, «Nuestra vida de obediencia», es un texto constitucional bien logrado, un «tesoro» de doctrina y espiritualidad franciscano-capuchina, concluía en la reflexión escrita en la colec­ ción OPI 27, verdaderamente retador. Se habla en este capítulo con mesura del servicio del superior, ministro, en cuanto primer empeñado con toda obediencia, en par­ ticular, con la caritativa, y con todos los cometidos de la animación espiritual. A los súbditos, hermanos, se les hace reflexionar sobre el valor de la obediencia auténtica, activa y responsable, esa que inclu­ so puede llegar a crear situaciones delicadas por causa de determi­ nadas actitudes y, más concretamente, cuando se toma la decisión de recurrir a los ministros. El primer artículo se preocupa del servicio pastoral de los minis­ tros o del superior del grupo, cuyas funciones aparecen descritas en el capítulo octavo, en el que cabría la posibilidad de incluir algunas de las normas contenidas en el décimo. El artículo segundo: obediencia caritativa de los hermanos, apuesta por una visión de la obediencia en actualidad; diálogo, corresponsabilidad y reciprocidad, comunión, siempre, y, más hoy, obediencia caritativa. El capítulo once, «Nuestra vida de castidad consagrada», inde­ pendientemente si el texto constitucional contiene y da una visión optimisma o no del sexo y de la mujer e incluso del don de la cas­ tidad o libertad frente al amor interesado, este capítulo once ha

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