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EL PATRIMONIO ESPIRITUAL DE LOS HERMANOS. 223 He huido la citación de autores, es decir, el aparato bibliográfi­ co lo he reducido al mínimo, limitándome a la presentación de aquellos autores y escritos que hacen relación a la normativa o dere­ cho universal y su interpretación, guardando cierta distancia en el enjuiciamiento de la interpretación de la legislación capuchina, dado el gran silencio que se guarda al respecto. En un segundo momento hago unas disertaciones o simples observaciones en torno al futuro doctrinal y normativo de las Cons­ tituciones de los Hermanos Menores Capuchinos, y el mundo, socie­ dad, secularizados. EL TESTIMONIO COMO NORMA DE VIDA La vida franciscano-capuchina, tomada en su auténtico sentido de seguimiento de Cristo, no tiene necesidad ni de normas, ni tam­ poco de tratados espirituales. Está necesitada, eso sí, de testimonios y testigos que transmitan y reflejen lo que realmente están viviendo: un programa de vida que no se han inventado ellos, sino que con­ sideran un don recibido del Espíritu Santo. No obstante, este programa de vida franciscano-capuchina agradece y pide que se cuente, además de con la existencia de esos testigos, testimonio de la sabiduría que supone la vida de la fe, con unas Reglas y unas Constituciones, desde luego y ante todo como normas de vida, y también con una doctrina que exponga y aclare el sentido del carisma e identidad, conjuntados con esas mismas normas, en orden y con miras a la vivencia del programa franciscano-capuchino en los tiempos de postmodernidad. La Regla, evidentemente, no es documento simple y puramente «espiritual», sino que es también un documento jurídico y, conse­ cuentemente, en cuanto documento jurídico, la expresión y plasma- ción de una realidad de vida, en fuerza y gracia de un pensamiento o espiritualidad. Pues toda norma, si quiere ser, en verdad, una ayuda para la realización de una programación, debe responder y hacer propia una espiritualidad, un pensamiento filosófico o teológico. La Regla franciscana, en cuanto documento jurídico, está hoy superada, pues las expresiones o dictados de vida, en un mundo

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