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COMENTARIO AL LIBRO DE DIEGO GRACIA.. 157 marcha cognoscitiva, éstos tan sólo contribuyen a que la mente pueda abstraer los conceptos primeros. Obtenidos éstos, la mente, al margen de toda relación con los sentidos, pueda formular las ver­ dades fundadas en la conexión evidente que tienen entre sí los con­ ceptos. Son los llamados p rim ero s p rin c ip io s , obtenidos por esa capacidad de la mente que los escolásticos llamaron «intellectus principiorum». Pienso, sin embargo, que a esta gran teoría del «intellectus p rin ­ cipiorum» no se le ha hecho la debida justicia. Al enfrentarse Ortega con este tema, visto en sus orígenes, la filosofía de Aristóteles, es duro al enjuiciarlo. Acusa a éste de declarar que el hombre que niega los primeros principios es semejante a una planta — ómoios to pytó, dice Aristóteles. Pero no penetra en la motivación aristotélica de tal dicho, en verdad chocante. Santo Tomás dio respuesta antici­ pada a Ortega cuando escribe: «Propium est horum principiorum quod non solum necesse est ea per se vera esse, sed etiam necesse est videri quod sint vera» (In I post. analyt., lect. 19). En este tema tan decisivo Escoto se halla al lado de Santo Tomás, si bien valora aún más que éste las conexiones de los primeros principios, acorde en ello con el esencialismo de su sistema. Este esencialismo influyó, como afirma E. Gilson, en el naciona­ lismo cartesiano. Pero éste exageró la intuición y el proceso deducti­ vo. J. Maritain le acusa de «angelismo». Peor fue aún cuando en el idealismo trascendental se llega al «divismo». Justamente, en verdad, Zubiri ha reaccionado contra este idealismo en su sano criterio de volver a las cosas — zu den Sachen — con la fenomenología. Pero es posible que esta reacción anti-idealista le impidiera valorar debida­ mente el «intellectus principiorum» de los doctores medievales. En el comentario de D. Gracia sólo de pasada se toca esta gran cuestión. De temer que por esta desestima inicial del concepto le venga a la filosofía de Zubiri la objeción de J. Maritain a H. Bergson. Acusa al sistema del que un día fue su maestro, de venir a ser un gran empi­ rismo metafisico. Algunas críticas a Zubiri ya van por esta línea. B) L a RELIGACIÓN COMO VIVENCIA RELIGIOSA Y COMO TEMA METAFÌSICO Con creciente simpatía hemos leído las reflexiones de Zubiri sobre la religación. Ha introducido tan hondo concepto en nuestro

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