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156 ENRIQUE RIVERA Señaladas las cuatro aportaciones positivas de Zubiri a la filo­ sofía parece muy pertinente en este segundo momento indicar dos cuestiones muy centrales en la misma, discutibles desde otra menta­ lidad filosófica. A) I m presión d e la realidad en perspectiva escotista Es conocida la suma importancia que da Zubiri a la impresión de realidad en su filosofía. D. Gracia, recopiando al maestro, escri­ be: «La impresión de realidad se nos presenta como el acto exclusi­ vo, el acto elemental y el acto radical y primario. Esto quiere decir que la aprehensión de realidad es lo que formalmente constituye lo propio del inteligir» (p. 134). Sucede que Zubiri, al enfrentarse reiteradamente con la esco­ lástica sin precisar sus diversas corrientes, la impugna desde su pro­ pia filosofía, que obviamente juzga verdadera. Me permito presentar aquí, desde la filosofía de Escoto, una perspectiva de concordancia y oposición. Ante el primer contacto con la realidad, a la que Escoto llama indistintamente «ens» o «res», opina el doctor medieval que pueden darse dos juicios: uno intuitivo y otro abstractivo. En el juicio intui­ tivo se afirma, de modo cierto, la existencia de algo, que frecuente­ mente ignoramos qué sea. Sobre la existencia de este juicio pode­ mos apelar a las mil existencias diarias. Pienso que según Escoto, aunque éste expresamente no lo diga, vivimos inmersos en estos juicios de existencia, necesario punto de partida sobre las mil pre­ guntas que nos hacemos sobre qué son las cosas. Son llamados ju i­ cios de existencia porque, aunque Escoto no admite la distinción real de esencia y existencia, es la existencia la que se nos ofrece en un primer plano como indubitable, mientras que el algo esencial que la acompaña nos es muchas veces desconocido. Pienso, quizá con atrevimiento, que este juicio existencial escotista es algo parale­ lo a la impresión de la realidad zubiriana. En ambas filosofías se afirma el inmediato contacto con la realidad, cuya contextura íntima hay que ir poco a poco descubriendo. No acaece lo mismo con el segundo juicio inmediato escotista, que llama abstractivo y conceptual. Juzga Escoto que la inteligencia tiene tal poder que, si bien precisa de los sentidos para iniciar su