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154 ENRIQUE RIVERA ante un árbol con su fruto. Se da aquí una transmisión orgánica, en virtud de la cual la pepita del fruto lleva en sí la potencia de llegar a ser un árbol, igual a aquel de quien procede. Algo muy distinto acon­ tece en lo humano. Los padres dan al hijo la potencia orgánica, pero al mismo tiempo le dan posibilidades ulteriores que el nuevo vástago puede asimilar y acrecer. Son estas posibilidades lo propio de la his­ toria, que es constitutivamente creación de las mismas. Mientras los organismos repiten por transmisión el tipo para el que se les poten­ cia, el hombre recibe en la historia posibilidades ingentes —ir a la luna— que vienen a ser la trama de la historia. Este breve análisis nos hace comprender la definición que da Zubiri de la historia, des­ pués de tantas otras. Breve, pero saturada de contenido: transmisión tradente. Por transmisión lleva en sí el contenido que le potencia en el plano vital. Pero con sola esta transmisión no habría historia. Los libros de texto que estudiamos un día llamaban Historia Natural al estudio de la vida infrahumana en su desarrollo. Para Zubiri es un absurdo — contradictio in adjecto, dirían los escolásticos— hablar de Historia Natural. En la vida infrahumana se transmite la potencia de repetir en otro individuo la especial biológica. Pero a este nuevo individuo no se le entregan posibilidades ulteriores. Ahora bien; esta entrega de posibilidades es la esencia de la historia. Dijimos que Zubi­ ri la define: transmisión tradente. Ahora podemos leer bien el conte­ nido de la breve definición. Por ser la historia transmisión está vincu­ lada a la biología general. Bien lo subraya Zubiri contra idealismos desorbitados. Por ser tradente se alza sobre lo biológico para ascen­ der a la esfera del espíritu, fuerza que crea las magníficas —o deplo­ rables— posibilidades de la historia. Justamente, pues, Zubiri llama a la historia transmisión tradente d e posibilidades. Según esto, los tres conceptos de poten cia , posib ilid ad e histo­ ria mutuamente se reclaman en la filosofía de Zubiri, quien les da una plenitud clarificadora. D. Gracia lo ha comentado con deten­ ción en diversos estudios y nos da densificado su pensamiento en esta obra (pp. 157-159; 163...). 4.° SUSTANTIVIDAD Y PERSONEIDAD Dos conceptos claves de la metafísica de Zubiri presentamos aquí. No se los nombra al pie de la letra en la metafísica clásica,

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