PS_NyG_1998v045n001p0139_0150

144 CARLOS BAZARRA La respuesta no puede ser sencillamente que Dios, pudiendo, no quiere. La respuesta tiene que dejar a salvo la bondad y el amor originales de Dios. Lo finito no puede ser perfecto. Lo perfecto y lo infinito coinciden. Dios no puede hacer otro Dios. Todo lo que haga es necesaria­ mente criatura, limitado, imperfecto. La creaturalidad es un bien, pero un bien finito. La criatura implica una dimensión positiva (exis­ tir) y una dimensión negativa (imperfección) 6. Nos encontramos en el tercer paso de nuestra reflexión. Las criaturas han sido liberadas de la nada. Pero inmediatamente la voluntad salvífica universal se pone a trabajar en una segunda libe­ ración: Hay que liberar a hombres y mujeres de su creaturalidad. Desde su concepción, el ser humano ha sido liberado de la no-exis­ tencia, ha pasado de la nada a la vida. Ahora Dios se propone libe­ rar al ser humano de su imperfección creatural; pasarlo de la tem­ poralidad a la eternidad, de la infelicidad a la felicidad. En la primera liberación (la creación) no se nos pidió asenti­ miento; para la segunda liberación Dios requiere nuestro consen­ timiento. «El que te creó sin ti, no te salvará sin ti», plasmó gráfica­ mente Agustín. La colaboración humana es precisamente toda nuestra vida terrena. He ahí la importancia de lo histórico en el proyecto de nues­ tra salvación 7. La vida tiene valor de eternidad. Tanto la creación como la salvación son iniciativa divina. Son gracia. La protología no es sólo un momento en el comienzo, que luego se esfuma. La protología es histórica, porque la creación es una acción continuada a lo largo de la historia. La conservación es creación 8. Pero la escatología es también histórica, en cuanto se inicia ya en este mundo para consumarse en la eternidad 9. 6 Véase todo este desarrollo en A. T o r r e s Q u e iru g a , Creo en Dios Padre, San­ tander, Sal Terrae, 1 9 8 6 ; sobre todo el capítulo 4: «Dios, el anti-mal», pp. 1 0 9 -1 4 9 . 7 Cf. I. E llacuría , Filosofía de la realidad histórica, Madrid, Trotta, 1991. 8 Cf. P. T r ig o , Creación e historia en el proceso de liberación, Madrid, Pauli­ nas, 1 988. 9 C. B a z a r r a , «Lo escatológico, ahora», en Nuevo Mundo (1 9 8 0 ) 3 5 3 -3 5 6.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz