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150 CARLOS BAZARRA CONCLUSIÓN Estas páginas son sólo una reflexión inicial; no son un desarro­ llo exhaustivo, ni mucho menos un tratado completo sobre la Gra­ cia. Pero creo que es necesario clarificar las líneas maestras en torno a las cuales tendremos que elaborar una teología y una pastoral auténticamente evangelizadoras. El plan de salvación lo describe Pablo de una manera magistral: «Sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman; de aquellos que han sido llamados según su designio. Pues a los que de antemano cono­ ció, también los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera él el primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, a esos también los justificó; a los que justificó, a esos también los glorificó» (Rm 8, 28-30). Acertó la sensibilidad de Bernanos cuando escribió: «Todo es gracia» (Diario de un cura de campaña). Sólo hace falta tener cora­ zón de carne y no de piedra (Ez 36, 26). Abrirse al Espíritu del Señor. Carlos B a za r r a , OFM.Cap. Instituto Teológico «ITOR» Caracas

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