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LA «FIGURA- DEL HIJO DEL HOMBRE 115 la hipótesis de que éste dejó de considerar aceptable el mensaje apocalíptico de Juan»21. La complejidad del sistema de Crossan en la clasificación del material evangélico le ha obligado a ofrecernos en su obra unos apéndices —de verdad que se los agradecemos— que estructuran los distintos complejos dentro de grandes bloques. El apéndice IV: Inventario de dichos acerca del Hijo del hombre (40 : 14 + 26) 22. Descompuesta la fórmula da el siguiente resultado: De los 40 «com plejos» sobre el Hijo del hombre, en 14 aparece dicha expresión. Sólo hay uno en el que la designación «el Hijo del hombre» es testi moniada con atestiguación plural independiente: el de las zorras que tienen cuevas y el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza (Le 9, 58; Mt 8, 19-20, pertenecientes a Q l, según Crossan). Así pues, las cifras correspondientes a la frase «el Hijo del hombre» propiamente dicha serían en realidad 40 : 1 + 39. Nuestro espacio es limitado y no podemos desarrollar el pen samiento de todos aquellos comentaristas que han estudiado el tema. Ni siquiera el de los más modernos. Pero la teoría de «los com plejos» y las fuentes de Crossan nos obligan a dedicarle un pequeño espacio aparte. De los 18 complejos donde el Hijo apocalíptico apa rece con atestiguación plural Crossan menciona seis. He aquí un breve recorrido por ellos: 1.°) Venir sobre las nubes del cielo . No entendemos muy bien por qué la atestiguación plural se justifica citando junto a Me 13, 24-27 y par. a 1 Tes 4, 13-18; la Didajé; Mt; Me; Diálogo del Salvador; Apo calipsis (tres citas) y el evangelio de Juan (esas son las seis fuentes o testimonios). ¿Por qué iniciar este bloque o este «complejo» aduciendo textos que no hablan del Hijo del hombre, sino del Señor (1 Tes). Se supone que Crossan, como nosotros, identifica al Hijo del hombre con el Señor. Pero, aplicando su teoría, esto no puede justificarse desde el método de «las fuentes». Y suponemos que es aquí donde estaríamos obligados a hacer la pregunta siguiente: La sociedad judía y su cultura, a las que él dedica tanto espacio en razón de su inmensa importancia, ¿no han podido influir en el pensamiento de Jesús? Él lo afirma termi- 21 J. D. C r o s s a n , o . c ., p. 307. 22 J. D. C r o s s a n , o . c ., pp. 512-513-
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