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LA «FIGURA» DEL HIJO DEL HOMBRE 125 perspectiva aparece el o la Q2 en la mente e investigación de algu­ nos comentaristas. 3.7. La consideración de Q como «complemento» de Marcos hizo que ambos documentos circulasen por las comunidades cris­ tianas como fieles exponentes de su fe. Y esto explica que Mateo y Lucas los utilizasen, de forma independiente, como dos documen­ tos fundamentales para la composición de sus respectivos evange­ lios. Esta es la causa por la cual los evangelios sinópticos recogen y aúnan dos corrientes de la tradición —Me y Q— que, originaria­ mente, fueron distintas. Tanto literaria como teológica y eclesioló- gicamente, las dos fuentes son distintas desde su origen: Q1 refleja el estado de una comunidad anquilosada en la fe prepascual, que sigue predicando la enseñanza de Jesús, mientras que Marcos refle­ ja el estado de una comunidad determinada por el kerygma sinóp­ tico y la fe pascual. Mientras que Q1 se interesa por Jesús, Marcos, y Q después de su elaboración cristológica (Q y Q2?), se interesa por Cristo. Tendríamos aquí el anticipo y el primer ensayo sobre el Jesús de la historia y el Cristo de la fe; el paso de Jesús «predica­ dor» al Cristo «predicado»; la relación entre el evangelio de Jesús y el evangelio sobre Jesús. 4.°) ¿Qué relación establece Q entre Jesús y el Hijo del hombre? 4.1. Jesús afirma que la decisión del Hijo del hombre en el juicio último dependerá de la actitud que el hombre tome ante él (Le 12, 8-9). Jesús aparece así en su calidad de juez escatológico. 4.2. Para Q Jesús es el Hijo del hombre ya en su actuación terrena, sencillamente porque Jesús es el que será (Téngase en cuen­ ta que el semita comprende la «esencia del ser» no en el ser mismo, como hacen la mentalidad griega y la occidental, sino en el obrar). 4.3. La peculiaridad de Q al identificar a Jesús con el Hijo del hombre —como lo hizo el cristianismo original de forma habitual— es la acentuación de su humildad: no tiene donde reclinar la cabe­ za... es un comilón y bebedor de vino... 4.4. El aspecto soteriológico o dimensión salvífica de la muer­ te de Jesús todavía no ha sido captado por Q. Este grupo de cristia­ nos entiende la muerte de Jesús únicamente como la culminación de la suerte que espera a todos los enviados de Dios, en particular a los profetas.

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