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102 JUAN JOSÉ GONZÁLEZ ESTÉVEZ donación generosa, lo que ha encontrado lo expone a los demás. También es signo elocuente la madurez y delicadeza con que vive el drama familiar por su conversión. Su experiencia es tan íntima que lleva a aceptar otras posturas, no hay fanatismo sectario, sólo testimonio respetuoso. Al tiempo que su madre muere como fer­ viente judía, Edith habla con plena seguridad que ha encontrado un juez misericordioso, consciente que la salvación sólo se otorga por fe y coherencia con ella. La que era de fuerte carácter, independien­ te, se vuelve sencilla y humilde: vale más un poco de estudio de humildad... que toda la ciencia del mundo. 3.4.4. La experiencia mística y oblativa Como hemos señalado más arriba, el cambio interior se tradujo, también, en un descubrimiento de la gran tradición teológica-filosófi- ca cristiana, y más concretamente de Santo Tomás; el mismo que, después de escribir una ingente doctrina sobre Dios, reconoce que no tiene comparación con la experiencia de Dios que se produce en la oración. En el contacto, el estudio, la reflexión de la obra del Doc­ tor Angélico, Edith descubre que «la perfección del amor no consiste en la certeza del conocimiento, sino en la firmeza de la entrega»184. Las reflexiones y retiros en la abadía de Beuron, así como la dirección de hombres experimentados, ayudan a Edith a tomar con­ ciencia de su lugar en el mundo. Una presencia velada dentro de la vida religiosa, pero intensa. Edith, que no olvida el camino empren­ dido por Teresa y la felicidad que haya en el Carmelo, siente inmen­ sos deseos de consagrarse a la oración y al silencio del claustro. Pasados doce años desde su conversión, el Carmelo de Colonia y más tarde el de Echt le abren las puertas. La primera lección que aprende es la de la humildad. La señora Stein, la doctora, se con­ vierte en una hermana más de Teresa de Jesús. El silencio largamen­ te ansiado se convierte para ella en posibilidad real. La felicidad que irradian sus ojos y sus palabras es conocida por todos los que la visitan. 184 W . H e r b s t r i t h , o . c ., 99 .

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