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APROXIMACIÓN A EDITH STEIN. 101 como subiendo a un estrecho picacho muy juntitas, atentas en todo momento a la llamada de Dios. Y ésta se produjo, aunque nos condujo en direcciones confesionalmente diferentes». Una tarde de verano, Edith Stein estaba sola. El título del libro escogido reza­ ba: Vida de Santa Teresa de Jesús , una autobiografía. Edith Stein se puso a leer, y leyó durante toda la noche; cuando fina l­ mente cerró el libro se dijo: ¡Aquí está la verdad 7182 En el capítulo final de la autobiografía encontramos el signifi­ cado de esta expresión. Las palabras emocionadas de Teresa de Jesús por el encuentro con la verdad, como para Edith, manifiestan que la Verdad encontrada ha calado profundamente: «Paréceme que, sin entender cómo, me dio el Señor aquí mucho: no me quedó nin­ guna sospecha de que era ilusión. No vi nada, mas entendí el gran bien que hay en no hacer caso de cosa, que no sea para llegarnos más a Dios; y ansí entendí, qué cosa es andar un alma en verdad, delante de la mesma verdad. Esto que entendí es darme el Señor a entender, que es la mesma verdad»183. Edith, como antes Teresa y otros muchos, después de pasar por el desierto, ha encontrado la Verdad. A partir de este momento todo cambia. Edith no sólo descubre la verdad, sino que se deja transformar por ella. Sale a la calle y se compra un Breviario y un Misal católicos. A los pocos días pide al bautismo. El 1 de enero de 1922, después de pasar toda la noche en oración, recibe el bau­ tismo. La que antes se había «bañado» tantas veces en la ciencia y la filosofía, ahora se «bañaba», definitivamente, en Dios. El 2 de febrero de 1922 recibe la confirmación. Dos circunstancias mere­ cen destacarse de este día. Se impone el nombre de Teresa, y toma la determinación de consagrar su vida a la Verdad: no sólo vivir en ella, sino darse a ella. Y la transformación experiencial se opera en Edith. Descubre la oración cristiana, que pasa a ser un verdadero alimento. Frente al ritualismo judío, la celebración y simbología cristianas le ayudan a encontrarse con el misterio de Dios. La enseñanza, el apostolado, la defensa de la mujer son momentos fundamentales de entrega y 182 W . H e r b strith , o . c ., 74 - 75 . 183 S anta T eresa de J esús , o . c ., 242 .