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96 JUAN JOSÉ GONZÁLEZ ESTÉVEZ formante del que busca y experimenta a Dios. «A través de su docta obra, se dispuso con sencillez y humildad para recibir, tanto con su entendimiento como con su voluntad, la experiencia de Dios. Y fue lo que entregó a sus hermanos»179. 3 . 4 . E x p erien cia r e lig io s a d e E dith S tein La experiencia particular de Dios de Edith Stein entronca con los grandes paradigmas de experiencias cristianas de Dios, Santa Teresa, Santo Tomás, San Agustín, San Juan de la Cruz... Pero tam­ bién otros son importantes, como San Buenaventura, Pascal, Kier- kegaard 180. En el capítulo primero hemos descubierto a una mujer de gran personalidad e inquietud, de sabrosas relaciones, y siempre curiosa por el mundo de las cosas, la personas... En un segundo capítulo nos hemos encontrado con la intelectual, descreída al principio, pero que la ciencia de los fenómenos, los fenómenos de carácter religioso con los que se encuentra, las personas que le hablan con pasión de Dios, la hacen encontrar la ansiada verdad última y defi­ nitiva, la fe en el Dios cristiano. A la vez, hemos ofrecido unos apun­ tes de su reflexión y sistematización filosófica. En este tercer capítu­ lo nos encontramos a la pensadora que, encontrada la verdad de la fe, le da carta de naturaleza en su filosofía y su vida. Ahora presen­ tamos los pasos fundamentales del encuentro, de la experiencia del Dios que vivió y operó en ella. Cuatro son los momentos básicos de este proceso experiencial: judía por familia, independiente y descreída, experiencia transfor­ madora de Dios y finalmente, la experiencia mística. Al igual que todos los procesos de experiencia, veremos cómo hay un fuerte deseo de satisfacción última, de verdad; también cómo hay un momento especial, privilegiado, de ruptura de nivel; como hay pro­ ceso de transformación y cómo, finalmente, un abandono en la Ver­ dad, en Dios. 179 Ib., 130. 180 Cf. ib., 123.

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