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88 JUAN JOSÉ GONZÁLEZ ESTÉVEZ miento. Por ello, en general, por «experiencia» se entiende una forma peculiar de conocimiento. En un primer momento, «experiencia» hace relación a experi­ mento: método usado por la ciencia para provocar un fenómeno en unas circunstancias precisas, con el fin de someter a control un prin­ cipio o una teoría explicativa. Pero, también, experiencia llamamos al conocimiento que es vivido, que es obtenido en la vida y por la vida; la acumulación de este conocimiento, por contacto prolonga­ do con una situación, un medio o realidad, igualmente la llamamos «experiencia». Por ello, al referirnos a experiencia humana, tenemos que tener en cuenta que el término «experiencia» no es un término unívoco, con un solo significado. Algunos autores presentan dos formas fundamen­ tales de experiencia cognoscitiva humana: científica y de sentido 157. a) Experiencia científica. Es la que tiende al conocimiento verificable, cuantitativo, neutral y operativo. El principio de la verifi- cabilidad empírica es la base sobre la que descansa este tipo de conocimiento de las leyes de funcionamiento de la naturaleza. El hombre, en su búsqueda de la verdad y sentido de la naturaleza, no puede quedarse en el mero conocimiento cienticista, positivo, es más ambicioso en su pregunta. Busca más radicalidad y hondura, que transciende lo profano y le sitúa en una esfera que hemos desig­ nado como lo sagrado, ámbito en el que se manifiesta lo religioso y en el que se produce la vivencia religiosa, como relación del hom­ bre con el Misterio. b) Experiencia de sentido. Es un modo menos riguroso y exac­ to que el científico pero es más rico e irreductible a la sola expe­ riencia empírica. Es tan humano como el anterior, ya que intenta responder desde «una dimensión de sentido, de rumbo y valoración profunda, como marco de referencia en el que queda encuadrada y polarizada toda su vida, problematizada, sobre todo, en situaciones límite. En esta experiencia el hombre se pregunta por la hondura de la realidad, por las cuestiones de fondo que remiten más allá de las experiencias inmediatas»158. La búsqueda de sentido último y 157 Cf. D. C astillo , Cuestiones sistemáticas, 166. 158 Ib., 166.

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