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86 JUAN JOSÉ GONZÁLEZ ESTÉVEZ des. La empatia con otras realidades, pero sobre todo con otras per donas, otros espíritus, puede mostrarnos lo que dormita en noso tros, valores y estratos de la personalidad que por sí mismos no aflo ran. Edith llevó la empatia a la práctica: vio, empatizó y experimentó. 2 .3 . D el d esierto a J erusalén pasando po r A tenas Éstas pueden ser las tres metáforas con las que referirnos a los tres momentos fundamentales del proceso de búsqueda de la ver dad de Edith. Nacida en el seno de una familia judía, recibe la tradi ción, la cultura, la fe y verdad judía. Inconformista y rebelde, aban dona de manera consciente la práctica judía, que en realidad era dar carta de naturaleza al desierto interior por el que estaba pasan do. Fiel a su momento y tiempo, el secularismo, y el descrédito de lo religioso se había apoderado de ella. Pero este período no es un vacío sino un verdadero desierto , una búsqueda en medio de la sequedad y la arena de tantas pro puestas de la verdad. Sus ansias de conocimiento la llevan a la Universidad, a poten ciar su intelecto, a descubrir en los maestros, las investigaciones, las relaciones con los compañeros, la luz de Atenas. Es la claridad de la reflexión intelectual que descubre o desvela lo que son las cosas mis mas, el ser. Pero para Edith esta verdad se quedaba sólo en lo real, no transciende la dimensión de realidad de las cosas que contempla mos. «Termina en su nivel ontologico sin comprometerse en una bús queda ulterior. En último término, tenemos que decir que se queda en las cosas y con las cosas, si bien supera su caparazón externo»154. Después de integrar ciertas apreturas a la trascendencia pro puestas por sus maestros, todos de origen judío, una nueva luz bri lla en la búsqueda de la luz: la fe cristiana y la experiencia religiosa de personas como Teresa de Jesús. La judía Edith vuelve a la Je r u salén de la verdad religiosa del misterio que se convierte en acto de fe. Es la Verdad, porque «va llenando de contenido el vacío que se 154 J. de S ahagún , Interpretación del..., 189-190.
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