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56 JUAN JOSÉ GONZÁLEZ ESTÉVEZ cado al fracaso por dejarse «fascinar por el fuego fatuo del progreso continuo y no haber descubierto la ley más bella que rige todo auténtico progreso: la ley de que para vivir hay que morir»84. Y un paso más, la necesidad de la comunidad para poder vivir en plenitud el amor. «La comunidad de los que participan en el amor que procede de Dios en que se cree es la Iglesia. Al vivir en la comunidad eclesial, no en la soledad desarraigada del individualis­ mo, se abre el hombre al conocimiento profundo de lo divino, un conocimiento que implica una conversión, una metanoia, porque lo pone todo a una nueva luz»85. 1 . 3 . F e n om e n o lo g ía re a lis ta : E dith S tein Edith Stein después de participar, con poca satisfacción inte­ rior, durante dos años en las clases de Psicología, descubre en las Investigaciones Lógicas, en las que Husserl había ensayado una crí­ tica al psicologismo de Theodor Lipps, una vía media para llegar a la esencia de las cosas a partir de las cosas mismas. Esto le propor­ ciona un camino nuevo que se abría a un mundo de nuevas reali­ dades: «porque consistía fundamentalmente —dice Edith— en un trabajo de clarificación», y porque desde el principio ella misma había forjado los instrumentos intelectuales que necesitaba 8<s. A la psicología que había estudiado le faltaba el necesario fundamento de ideas básicas para elaborar presupuestos. En la «Sociedad Fenomenologica», el grupo de alumnos que de manera más cercana seguían los pasos de Husserl en Gottinga se encuentra una organización interna que da vitalidad a sus miem­ bros. Adolf Reinach, profesor y asistente de Husserl, es el alma de este círculo de estudiantes. Fritz Frankfurter y Hans Lipps eran, junto a Edith Stein, los miembros más destacados del grupo. La publicación en el primer «Jahrbuch», 1913 , de las Ideas p a r a un a fen om en o lo g ía p u r a y u n a F ilosofía fen om en o lò g ic a (Id een ) 84 V arios, o . c ., 22. 85 A. López Q uintas, o . c ., 137. 8 6 E. S tein , Estrellas Amarillas. Autobiografía: Infancia y juventud, Espirituali­ dad, Madrid 1973, 174.

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