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32 JUAN JOSÉ GONZÁLEZ ESTÉVEZ Para mí personalmente sigue siendo el maestro, cuya imagen ningu­ na flaqueza humana puede empañar»37. Por su parte, Husserl siem­ pre siguió con agrado la evolución de su colaboradora; lamentó que Edith Stein no pudiera seguirle ya totalmente, pero se esforzó since­ ramente por comprender su ideología. En las visitas al maestro, las discusiones filosóficas eran constantes, Edith poco a poco había des­ cubierto una verdad que le llenaba plenamente; llegó a decir frente al maestro que las discusiones, en el fondo, no sirven: la oración y el sacrificio son mucho más eficaces. Los últimos días de la vida de Husserl son de gran consuelo para Edith; la transformación por la verdad divina que ella experi­ mentó primero la estaba descubriendo ahora su añorado profesor. El 21 de abril de 1938, Jueves Santo, Husserl, en el lecho del dolor, ya no aludió más a su trabajo filosófico. Se sentía liberado de su tarea y dirigió sus ojos hacia Dios. Su vuelta a Cristo, que había esta­ do oculto por la filosofía, se produjo finalmente. Al despertarse el Viernes Santo, dijo: «¡Qué gran día, Viernes Santo! Sí, Cristo nos ha perdonado todo». Y por la tarde, después de un terrible ataque de asma: «Hemos pedido a Dios fervientemente que nos permita morir. Ahora nos ha concedido permiso. Pero seguir viviendo es una gran decepción. Dios es bueno, sí, Dios es bueno pero incomprensible. Es ésta una gran prueba para noso­ tros... Luz y oscuridad, sí, mucha oscuridad, y de nuevo luz»38. Des­ pués de unos días de silencio sereno, falleció. Su muerte como cre­ yente fue un gran regalo para Edith Stein. 3.2. M ax S cheler Nuestra joven filósofa conoce a Scheler a la vez que va desen­ gañándose de la filosofía de Husserl. Este judío convertido al cristia­ nismo era «en contraposición al sobrio Husserl, un visionario genial que atraía a su órbita a sus oyentes por medio de imágenes cente­ lleantes y pensamientos conmovedores»39. 37 Ib., 46. 38 Cit. e n W. H e rb strith , o . c ., l ó l . 39 Ch. Feldem ann, o . c ., 28.

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