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APROXIMACIÓN A EDITH STEIN. 31 millares de hojas escritas, con imponentes montones de fichas. Ade­ más, todas ellas estaban garabateadas en la tradicional taquigrafía de Gabelsberger, que ella no conocía aún y que tuvo que aprender»34. Pero si su relación con Husserl puede hablarse de idílica, filosófi­ camente hablando, en la relación personal tiene sus más y sus menos. Edith tenía la sensación de que Husserl no la consideraba como una igual, el profesor era completamente incapaz de realizar un trabajo en equipo. El puesto de Edith, estaba claro, era de segundona. Edith Stein aspiraba a ser catedrática de Universidad y a ello dedi­ có sus esfuerzos. En este esfuerzo pudo contar con el amable apoyo de sus amigos, entre ellos destaca la «recomendación» de Husserl: La doctora Stein ha conseguido una amplia y profunda for­ mación en filosofía, y su perfecta capacitación para realizar un trabajo independiente de investigación científica está fuera de toda duda. Si se abriera la carrera académica para las damas, yo podría recomendarla en primerísimo lugar y de la forma más encarecida para la habilitación docente 35. La aspiración de Edith de conseguir la habilitación fue rechaza­ da una vez más en 19 1 9 . Las dificultades con el profesor Husserl fueron a más; la doctora Stein no podía ser una simple criada aca­ démica. Después de la oportuna reflexión decide abandonar Fribur- go y a Husserl y volver a su casa con su familia, a Breslau. «El orde­ nar — dice Edith— manuscritos, a lo que desde hace meses se limita mi tarea, poco a poco ha llegado a resultarme algo casi insoporta­ ble, y, además, no juzgo conveniente que, debido a ello, tuviera que renunciar a la actividad propia»3Ó. Mas la relación entre filósofa y filósofo no se corta. Husserl, para Edith, siempre será el maestro: «Hay que reconocer, sin embar­ go, que el que más ha sufrido a consecuencia de ello ha sido él, que ha entregado por entero su vida a la ciencia. Esto es algo tan asombroso, y lo que se le tiene que agradecer tan inestimablemen­ te, que cualquier ofensa personal no puede se utilizada en contra. 34 Ch. Feldem ann, o . c ., 37. 35 Cit. en ib., 42. 36 E. StEiN, Autorretrato, 31.

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