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26 JUAN JOSÉ GONZÁLEZ ESTÉVEZ fue la luz que le llevó a dar pasos para entrar en el convento y hacerse culto divino. Como ella nos dice, no era simplemente aban donar todo lo terreno, sino que cuanto más uno se entrega a Dios, tanto más tendrá que «salir de sí mismo». El primer paso que da es el contacto mantenido a partir de 1928 con la abadía benedictina de Beuron, donde, en los siguientes meses, se retira con cierta regulari dad. Por el momento, sus deseos de entrar en un convento se ven truncados. La inquietud de Edith no decae, la oración y la contemplación le atraen y le causan gran sosiego y felicidad. Son, sin embargo, las urgencias del momento las que le llevan a realizar la verdad en los fenómenos sociales. De ellas destaca la intensa labor propagandista y concienciadora. Como magnífica conferenciante, defiende, dentro del movimiento feminista, los derechos sociales y la igualdad de la mujer. Sus conferencias, en el período que va de 1928 a 1933, tocan diversos temas filosóficos y psicopedagógicos, con especialí- sima atención a los problemas de la mujer. Su director espiritual, el P. Przywara, es quien las organiza en los primeros tiempos. Luego Edith es llamada por Instituciones o Asociaciones diversas para hablar en un sin número de ciudades alemanas y en algu nas extrajeras, como Viena, Salzsburgo, Zürich... 26. A partir del año 33 el desprecio y la persecución por parte del nacismo de todo lo judío se hace más patente. Edith, con gran tris teza, debe abandonar sus conferencias y las clases que había comen zado a impartir en el Instituto de Pedagogía Científica de Münster. Sin embargo, en medio de la inquietud reinante por el discurrir de los acontecimientos, a Edith le llega al fin el tan esperado momento de entregarse de lleno a la verdad en la vida religiosa. Pronto toma la decisión: será carmelita. El 15 de octubre, fiesta de Santa Teresa, ingresa en el Carmelo de Colonia, donde a los pocos meses recibe el hábito y se impone el nombre de Teresa Benedicta de la Cruz: todo un signo profètico. 26 F. O chayta , Edith Stein, 51.
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