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418 MIGUEL ANXO PENA GONZÁLEZ decir: “En Dios no hay a cep ción d e personas... El Espíritu Santo se p o sa igual sobre el p o b re o sobre el rico”»5. Notemos la peculiaridad de esta apreciación en un mundo especialmente marcado por la pirá­ mide jerárquica. Para Francisco la vida de los Hermanos Menores tiene que estar guiada por el Espíritu. El Espíritu del Señor es quien convoca y guía a la fraternidad 6 y además es su animador 7. Analizamos ahora cuatro aspectos claramente sobresalientes en la apreciación de Francisco: 1.1. E l E spíritu S anto reúne y crea las relaciones fraternas La experiencia de gratuidad, Francisco la siente y vive de una manera especial en relación a la llegada de los hermanos a la Orden. En la base de la experiencia originaria se encuentra el soplo del Espíritu, que es el que reúne a los hermanos, suscitando en cada uno de ellos el deseo de compartir la vida evangélica 8: «y después qu e el S eñor m e d io herm an os, n a d ie m e en s eñ a b a qu é d e b ía hacer, sino qu e el mismo Altísimo me reveló qu e debería vivir según la fo rm a del Santo Evangelio »9. La fraternidad se compone de hermanos espirituales 10, que deben vivir según el Espíritu, y no carnalmente. Francisco opone el Espíritu del Señor al -espíritu d e la carne»11. La carne simboliza todo el egoísmo en que vivimos (en clara imagen paulina 12) es contraria 5 2Cel 193. 6 Cf. R. J. A rmstrong - I. C. B rady , Francis and Clare. The Complete Works, Paulist Press, New York, 1982, 26. 7 Cf. IR 2, 1; 5, 4-5; 2R 10, 1; FVCL 1; Test 14. 8 «Si alguno, queriendo por divina inspiración tomar esta vida, viniere a nuestros hermanos, benignamente sea recibido por ellos» (IR 2, 1). 9 Test 14. 10 Cuando Francisco habla de hermanos espirituales, tenemos que entender hermanos en el Espíritu. 11 Cf. O. A sseldonk , «L o Spirito del Signore e la sua Santa Operazione negli Scritti di Francesco», en La lettera e lo Spirito. Tensione vitale nel francescanessimo ieri e oggi, II, Laurentianum, Roma, 1985, 55-62. 12 Rom 8, 7.