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404 ENRIQUE RIVERA las cosas y en su simbología. Es muy loable esta penetración. Pero no llega a lo primario de las mismas. Y lo primario es que todas las cosas son hechura de Dios, encarnación de sus eternas ideas. Es ésta la concepción ejemplarista del pensamiento cristiano que San Francisco, en su diálogo con el hermano Maseo, nos la ha hecho sensible en la mesa de piedra, ancha y clara, y en la fuente sonora y de agua refrescante, Vienen a la mente los versos que Amado Ñervo escribe con religiosa admiración ante la maravilla de lo creado: Comprendo al fin el vasto sentido de las cosas... Distingo un santo sello sobre todas las frentes: un divino me fecit Deus, por dondequier .. . Sin mentarla, el sensible poeta mejicano canta, en su pequeño poema, la visión franciscana de las cosas, posibilitada por la pobre­ za evangélica que Francisco practicó. VI. POBREZA Y TRATO FRANCISCANO CON LAS COSAS: ECOLOGÍA El 29 de noviembre es fecha memorable en la Orden francisca­ na por recordar la Bula de Honorio III, quien aprobó la vigente Regla de San Francisco y, también, por todos los santos de la misma que se recuerdan en este día. A estos venerandos motivos Juan Pablo II ha agregado un tercero, al declarar a San Francisco Patro­ no de los cultivadores de la Ecología, el 29 de noviembre de 1979. El Papa ha motivado su decisión porque «entre tantos santos y hom­ bres ilustres, que quisieron las cosas naturales como don mirífico dado por Dios al género humano, viene recordado meritoriamente San Francisco de Asís. Tuvo, en verdad, un peculiar sentimiento de todas las obras del Creador e inspirado, como por un espíritu divi- 85 Amado Ñ er v o , Primavera y flor de su lírica , Prólogo y selección de A. Mén­ d ez P la n c ar te , Espasa-Calpe, Edic. Crisol, n. 316, 302.

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