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ESENCIA DE LA POBREZA PRACTICADA POR FRANCISCO DE ASÍS 395 San Buenaventura, joven teólogo y sin el respaldo del título de maestro en teología, contesta a las impugnaciones del doctor de París con su obra: Quaestiones disputatae de perfectione evangéli­ ca. Expone las cuatro cuestiones en que desarrolla el tema de la perfección evangélica, ateniéndose a estas cuatro virtudes: humil­ dad, pobreza, continencia y obediencia. Muy de notar que la humil­ dad, tan ligada por San Francisco a la pobreza, su doctor seráfico la vea como raíz de toda perfección . Nos hallamos, en verdad, distan­ tes de la proclama del Sacrum Commercium a favor de la pobreza 66. La segunda impugnación de 1269-72 hirió a San Buenaventura en su más honda entraña. Como general estaba al frente de la Orden y, por deber, se sentía con la premiosa obligación de defenderla. Lo hizo con calor y competencia en su obra Apologia pauperum . De ella se ha dicho que es la producción creadora más perfecta de la literatura franciscana 67. Dialoga en la misma con su adversario, desenmascarando su inquina y malicia, si bien pide, al final, su con­ versión y reconciliación. Pero ante tal desafío no se limita el doctor a ensalzar la pobreza con elogios, sino que se propone elaborar rigurosa teología del grave tema, ya en su tiempo discutido con pasión. De esta amplia teología interesa resaltar que, después de justifi­ car la pobreza por la condescendencia 68 de Cristo, que se hizo pobre por nosotros —tema de los dos primeros capítulos— , cree su deber de escritor comenzar a construir en el tercero. En esta cons­ trucción pensó que era tema primario determinar en qué consiste la estructura primaria de la perfección evangélica. He aquí la respues­ ta que da a este tema capital: «Debe saberse que la raíz, la forma, el fin, el complemento y el vínculo de la perfección es la caridad, a la cual reduce Cristo, Maestro de todos, la Ley, los Profetas y, en con­ secuencia, todos los documentos de Dios. Y la caridad misma tiene 66 Quaestiones disputatae de perfectione evangelica; O. O., V, 117-198; Qua­ estio II. Depauperiate, 125-165. 67 Apologia pauperum contra calumnationem. O. O., VIII, 233-330. 68 La «condescentia» de Cristo, su abajarse hasta nosotros, es tema entrañable para San Buenaventura. Lo fue para los PP. Griegos del siglo IV, especialmente para San Juan Crisòstomo, bajo el nombre de < synkatábasis». Es un caso más de la presen­ cia de la Patrología Griega en San Buenaventura. Merece el tema un estudio detenido.

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