PS_NyG_1997v044n003p0317_0370

LECTURA «EN CLAVE ACTUAL» DE LA CRISTOLOGÌA.. 323 La libertad ocupa un lugar importante en la elección y en la predestinación que Dios lleva a cabo. La peculiaridad de Escoto ha sido la de situar el tema de la libertad en el contexto del voluntaris­ mo. Coloca la libertad en el acto de la voluntad, que se mueve a sí misma, ya que es principio libre de actividad: «la voluntad, en cuan­ to acto primero, es libre»11. Dios es el Ser libre por excelencia. La expresión máxima de la libertad divina se encuentra en el amor intratrinitario. Dios en su propia esencia se ama de manera libre y necesaria, pero en todas sus acciones «ad extra» ama de forma absolutamente libre. La liber­ tad, como perfección pura, se encuentra en Dios de modo infinito. Dios se conoce a sí mismo de modo absolutamente necesario, mien­ tras que se quiere de modo absolutamente libre: «La voluntad divina quiere necesariamente su bondad y es, sin embargo, libre al quererla»12. Dios se presenta como fuente de la libertad humana. La volun­ tad humana está dotada de dos inclinaciones básicas: affectio com- modi y affectio iustitiae. La primera de ellas se dirige al propio bienestar, la segunda se relaciona con los objetos, descubriendo el bien que hay en ellos mismos: «En la voluntad hay dos afectos, es decir, de la justicia y del cómodo. Sin embargo, es más noble el afecto de la justicia enten­ diendo esto no sólo de la justicia adquirida o infusa, sino también de la justicia innata, que es la libertad connatural, según la cual, alguno puede querer algún bien no en orden a sí. Sin embargo, según el afecto cómodo, no puede querer sino en orden a sí, y este lo tendría si el apetito intelectivo gozara de la libertad que quanta erit Christi, et quod tantum opus dimisisset Deus propter bonum factum Adae, puta, si non pecasset; videtur valde irrationabile». Rep. Par. Ili, d.7, q.4, n. 4; XXIII, 303. 11 «voluntas, in quantum est actus primus, libera est». Ord. I, d.38, p.2 et d.39, q. 1-5, n. 5; ed. Vat., VI, 417. 12 «Voluntas divina necessario vult bonitatem suam, et tamen in volendo eam est libera». Quodl. q.ló, n. 8; XXVI, 194a.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz