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322 JAIME REY ESCAPA cano al fin último suele llamárselo fin de lo que está más lejano; sea porque Dios quiere el mundo sensible en atención al hombre predestinado, sea porque de alguna forma quiere que el hombre le ame más inmediatamente que el mundo sensible, el hombre será fin del mundo sensible»9. Porque Dios ama libre y gratuitamente, toda la historia de la salvación es vista desde la perspectiva del amor. En la reflexión escotista, la encarnación, como historización de Dios, deja a un lado el pecado, y se sitúa en una clave más positiva, superando todo hamartiocentrismo. Escoto no se coloca en el mundo de las posibili­ dades y de las hipótesis a la hora de descubrir el motivo por el cual Dios se ha hecho hombre. Su punto de partida es el decreto de pre­ destinación de Cristo para ser el primer glorificador de la Trinidad. No se niegan aquí las posibles consecuencias que la encarnación tenga en el ámbito de la redención, simplemente se niega que el pecado sea la causa de tan alta gracia, o condicione de alguna manera a la encarnación: «Si la caída fuese causa de la predestinación de Cristo, se seguiría que la obra suma de Dios sería solamente ocasionada, porque la gloria de todos no sería tanta intensivamente cuanto lo sería la de Cristo, y porque Dios habría abandonado una obra tan grande a causa del bien hecho a Adán, es decir, si no hubiese pecado; parece muy irracional»10. 9 «Qui enim amat se primo ordinate, et per consequens non inordinate zelan­ do, vel invidendo isto modo, secundo vult habere alios diligentes, et hoc est velie alios habere amorem suum in se, et hoc est praedestinare eos, si velit eis hoc bonum finaliter. Tertio vult illa, quae sunt necessaria ad attingendum hunc finem, scilicet bona gratiae. Quarto vult propter illos alia, quae sunt remotiora, puta hunc mundum sensibilem, ut serviat eis, ut sic verum sit illud 2. Physic, «homo quodammodo est finis omnium sensibilium», scilicet quia propter ipsum volitum a Deo, quasi in secun­ do signo naturae, sunt omnia sensibilia volita, quasi in quarto signo. Illud etiam, quod est propinquius fini ultimo, consuevit dici finis eorum quae sunt remotiora; sive igitur quia Deus vult mundum sensibilem in ordine ad hominem praedestina- tum, sive quia quodammodo vult immediatius hominem amare se, quam mundum sensibilem esse, homo erit finis mundi sensibilis». Ord. Ili, d.32, q.un., n. 6; XV, 433a. 10 «Si lapsus esset causa praedestinationis Christi, sequeretur quod summum opus Dei esset occasionatum tantum, quia gloria omnium non erit tanta intensive

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