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LECTURA «EN CLAVE ACTUAL» DE LA CRISTOLOGÌA. 369 libres» (Gal 5, 13). Jesús se revela como levadura de todas las liber tades hum anas. La salvación es el po d e r de amar librem ente y de donarse sin reservas: «Hermanos míos habéis recibido una vocación a la libertad; por la caridad poneos al servicio los unos de los otros» (Gal 5, 13). La p ropue sta que Jesús hace al hom bre de hoy desde su palabra autentificada con su estilo de vida es: vivir en fidelidad al mandam iento del amor hasta la muerte. La Iglesia, avalada por una cristología secular, y en nuestro caso po r el pensam iento de Duns Escoto, no duda en proponer a Cristo, verdadero hombre como nosotros, como modelo y prototipo, desde el que es posible iluminar toda la realidad humana: «En realidad, el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado. Porque Adán el primer hombre, era figura del que había de venir, es decir, Cristo Nuestro Señor. Cris to, el nuevo Adán, en la misma revelación del misterio del Padre y de su amor, manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocación [...] El que es imagen de Dios invisible, es también el hombre perfecto, que ha devuelto a la descendencia de Adán la semejanza divina, deformada por el primer pecado. En Él la naturaleza humana asumida, no absorbi da, ha sido elevada también en nosotros a dignidad sin igual. El Hijo de Dios con su encarnación se ha unido, en cierto modo, con todo hombre. Trabajó con manos de hombre, pensó con inte ligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con cora zón de hombre. Nació de la Virgen María, se hizo verdaderamen te uno de los nuestros, semejante en todo a nosotros, excepto en el pecado» (GS 22). Concluyendo, 4a libertad es la cosa más preciosa y más noble del alma, y consiguientemente del hombre » 127. Escoto defendió la libertad de Dios y del hombre frente al nece- sitarismo griego de su tiempo. Del mismo modo nosotros debemos 127 «Libertas est pretiossima res, et nobilissima, quae est in anima, et per con- sequens in homine». Rep. Par. IV, d.15, q.4, n. 38; XXIV 246a.
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