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362 JAIME REY ESCAPA daridad total en favor del hombre, por fidelidad absoluta al Dios amor. Se convierte, en cada hombre, en una pregunta por el senti­ do de su vida. El compromiso libre por la justicia lleva a Cristo a morir en la cruz. Jesús, dice Escoto: «Vio las malas acciones de los judíos y cómo con amor desor­ denado y torcido estaban atados a la ley. No permitían que los hombres fuesen curados en sábado y, sin embargo, atendían a las ovejas y a los bueyes en sábado y muchas cosas parecidas [...] Cristo, sin embargo, queriendo rescatarles de aquel error con su praxis y con sus palabras prefirió morir antes que callar, para que la verdad fuese dicha en aquella circunstancia a los judíos y, por tanto, murió por la justicia [...] Por medio de la gracia dirigió su pasión al Padre y la ofreció por nosotros, por eso somos deudo­ res hacia Él»112. En la cruz se manifiesta por excelencia el gesto de la affectio iustitiae como acto de glorificación y de amor supremo. Escoto sin­ toniza, no obstante, con el intenso estaurocentrismo de Pablo, que cifra en la cruz toda su predicación: «En cuanto a mí, ¡Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de Nuestro Señor Jesucristo, por la cual el mundo es para mí un crucificado y yo un crucificado para el mundo!» (Gal 6, 14). Cuando hablamos de amor perfecto, no pode­ mos dejar a un lado la dimensión de la cruz, porque el amor sólo se verifica en la negación y en la kénosis: no hay amor verdadero que no pase por la muerte y la entrega gratuita. El amor perfecto siempre lleva el sello de la cruz: «Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos» (Jn 15, 13). Escoto se funda en la experiencia de San Francisco, para quien la sabiduría es fruto del conocimiento profundo de la cruz como preclara señal del amor de 112 «Vidit enim mala Judaeorum, quae fecerant, et quomodo inordinata affec- tione et distorta afficiebantur ad legem suam, nec permittebant homines curari in Sabbato, et tamen extrahebant ovem vel bovem de puteo in Sabbato, et multa alia. Christus igitur volens eos ab errore ilio revocare, per opera et sermones, maluit mori quam tacere, quia tunc erat veritas dicenda Judaeis, et ideo pro iustitia mortuus est, tamen de facto sua gratia passionem suam ordinavit et obtulit Patri pro nobis, et ideo multum tenemur ei». Orci. Ili, d.20, q.un., n. 10. XIV, 737b-738a.

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