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LECTURA -EN CLAVE ACTUAL- DE LA CRISTOLOGÌA.. 359 no. Según Escoto, Cristo encuentra en la faiición la plenitud que le hace incapaz de desligarse de Dios, y por tanto la razón inmediata de su impecabilidad: «Así pues, ¿qué hizo impecable a la naturaleza humana? Digo que la plena fruición que tenía Cristo»104. La comunión personal y la unidad de Jesús con Dios, su entre­ ga a Dios hasta el punto de que su libertad se hizo para Él idéntica con su misión divina y con la voluntad del Padre con respecto a Él, implican ya en sí la liberación de todo pecado. Si el pecado consis­ te esencialmente en una vida de contradicción con Dios, en el her­ metismo egocéntrico de nuestro yo con respecto a Dios, entonces la unidad de Jesús con Dios, por su comunión personal con el Padre y por su identidad personal como Hijo de Dios, tiene que significar directamente exclusión de todo pecado 105. c) La cruz y la muerte: fid e lid a d a l mensaje d e libertad En este contexto de libertad, el misterio d e la cruz es interpre­ tado por la teología escotista desde la clave del amor. Cristo, que ha sido predestinado a ser el perfecto glorificador de la Trinidad, acep­ ta la muerte en cruz y desde ella expresa todo su amor al Padre y a sus hermanos los hombres. Podía habernos redimido de otra mane­ ra, no necesitaba hacerlo como lo hizo, dejándose clavar en una cruz. Por eso estamos más obligados con Él. En palabras de Escoto «lo h izo a s í p a r a movernos a am arle más, p a r a qu e los hombres se sien tan m ás o b lig ad o s a am a r a Dios». Jesús asume la cruz para mostrarnos en ella el amor con que nos ama: «Por el hecho de que el hombre hubiera podido ser redimido de otro modo (de una forma no dolorosa: [...] y, sin embargo, por su libre voluntad de este modo lo redimió (con sufrimiento y 104 «Quid igitur reddit illam naturam impeccabilem? dico quod pienissima frui- tio, quam habuit Christus». Rep. Par. III, d.12, q.un., n. 8, XXIII, 329a. 105 Cf. W. P annenberg , Fundamentos de Cristologia, Sígueme, Salamanca 1974, 441-452.