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LECTURA «EN CLAVE ACTUAL- DE LA CRISTOLOGÌA. 355 tad humana porque la libertad divina se ha humanizado. El Hijo ha colocado su única libertad personal en la naturaleza humana. Asu­ mir la condición de Siervo es lo mismo que comprometerse con el propio devenir histórico humano. Podemos hablar de la kénosis de la libertad a la luz del texto de Flp 2,7: «Se despojó de sí mismo tomando la condición de siervo, haciéndose semejante a los hom­ bres, y apareciendo en su porte como hombre». En este sentido podemos decir que la libertad de Jesús ha sido auténticamente humanizada. Su libertad humana, al igual que la nuestra, es auto­ construcción y devenir de su existencia, conquistada gracias al com­ promiso personal. Precisamente a través de su vida y de su muerte Jesús da consistencia humana a su libertad. Se abaja en favor de los otros, llegando a dar la vida por ellos. Con esta actitud revela para­ dójicamente en qué consiste su autonomía: no en vivir frente a los otros, sino en vivir libremente para ellos, en su favor94. También en Jesús la libertad se presenta como vocación. Para Escoto, Jesús hace pleno uso de su facultad humana de decidir y de dar una orientación a su vida, era dueño de sus actos como cual­ quier otra naturaleza humana: «[...] digo que el Verbo no tiene ninguna causalidad sobre los actos de la voluntad creada en Cristo, que no tenga toda la Trini­ dad; por tanto, la voluntad creada, a causa de su unión con el Verbo, no está privada del dominio de sus actos más que si no estuviese unida a Él»95. Escoto está en perfecta sintonía con las afirmaciones del III Con­ cilio de Constantinopla, según el cual Dios quiso humanamente la salvación del mundo a través de la libertad humana de Cristo. Sin la libertad sumisa y amante de Jesús el acto de amor y de gracia de Dios no habría tenido correspondencia humana, no se habría encar- 94 Cf. G. I am m a rr o n e , «Attualità e limite della cristologia di G. Duns Scoto per l’e­ laborazione del discorso cristologico oggi», en Miscellanea Francescana 88 (1988) 289. 95 «[...] dico quod Verbum nullam causalitatem habet super actum voluntatis creatae in Christo, quam non habeat tota Trinitas; ideo voluntas creata in Christo non privatur dominio respectu suorum actuum plus propter unionem ad Verbum, quam si non uniretur ei>». Ord. Ili, d.17, q.un., n. 4; XIV, 654b.